Pazo de Baión

En la parroquia de Baión, en Vilanova de Arousa, se encuentra uno de los pazos más destacados del sur de Galicia. El Pazo de Baión es hoy uno de los puntos más destacados en cuanto a producción de albariño se refiere, pero antes fue un edificio vinculado al narcotráfico gallego que se convirtió en el símbolo de la lucha de las madres de la droga.

Lo comienzos del Pazo

El Pazo de Baión tiene un origen medieval. El primer pazo constaba de una casa-torre y era un edificio cuyas referencias bibliográficas se remontan al siglo XV, fechas en las que se sitúa el edificio bajo la titularidad de los señores de Soutomaior. A partir de ahí el Pazo de Baión comenzaría una fuerte vinculación en propiedad con algunas de las casas más poderosas de Galicia como la de los Sarmiento o los Figueroa.

También los Condes de Priegue fueron dueños de esta propiedad ya en el siglo XVIII. Ya entonces se relacionaba el pazo y sus fincas con la producción vitivinícola y el cultivo de la vid que hoy continua.

El pazo en el siglo XX

La gran transformación del Pazo de Baión llega en el siglo XX cuando un emigrante retornado de Argentina como Don Adolfo Fojo Silva se hace con la propiedad del edificio. Con él se pone en marcha una profunda remodelación del Pazo para levantar lo que hoy es ya más reconocible; sus dos torres de estilo victoriano, la vaquería, la bodega… Con Fojo se apuesta definitivamente por la cultura del vino y se refuerzan los campos de cultivo del Pazo para su explotación comercial. Posteriormente fueron los herederos de Fojo quienes se hicieron cargo del Pazo.

A finales del siglo XX, concretamente en el año 1987, se da paso al penúltimo capítulo de la historia del Pazo. La propiedad es adquirida por una sociedad encabezada por el contrabandista y condenado a cárcel por narcotráfico, Laureano Oubiña. Esta sociedad compra el edificio y sus terrenos por 275 millones de pesetas. Esta negra etapa de gestión del Pazo supuso también un retroceso en lo referente al cuidado de los viñedos, que perdieron productividad. El Pazo se convirtió además en un símbolo de la lucha contra las drogas, pues sus puertas fueron el lugar escogido por las “madres de la droga” lideradas por Carmen Avendaño para manifestarse en contra del narco en Galicia.

Finalmente, el Pazo de Baión fue embargado a sus propietarios dentro de la conocida Operación Nécora que el juez Baltasar Garzón llevó a cabo contra todo el narco en Galicia. El embargo de la propiedad se produjo en el año 1995. Para que no se echase a perder la producción de la finca fue el Estado el que se encargó de alquilar el Pazo, cediendo su gestión a la empresa Freixenet, que se encargó de ella durante 13 años.

Ya en el año 2008, tras un largo periodo de pleitos legales llevados a cabo por la familia Oubiña, la propiedad fue por fin adquirida por la cooperativa de Cambados Condes Albarei, quien pagó poco más de 15 millones de euros por la propiedad para encargarse de la explotación de la misma con fines vitivinícolas.

El Pazo de Baión en la actualidad

El Pazo de Baión fue profundamente rehabilitado por la bodega Condes de Albarei en un proyecto que contó con el trabajo del afamado arquitecto César Portela. El objetivo de la cooperativa cambadesa no era simplemente el de explotar los viñedos y los cultivos de la finca, sino el de convertir el pazo de Baión en una referencia nacional el lo que a turismo enológico se refiere.

Hoy el Pazo de Baión es un lugar para disfrutar del vino, entender el trabajo que hay detrás de una botella de albariño y disfrutar de actividades enológicas varias. También es un punto excepcional para la celebración de eventos como una boda.

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