Pazos
JardinesEl Pazo de Oca es también conocido como El Versalles Gallego debido a la exuberancia y belleza de sus jardines. Se trata de uno de los pazos más antiguos y representativos de Galicia, remontándose el origen de los señores de Oca a tiempos del rey Don Pedro de Castilla. Se encuentra situado en el municipio de A Estrada, en plenas Terras do Ulla.
El Pazo de Oca, declarado monumento histórico-artístico, se trata de una propiedad privada en la que los jardines pueden ser visitados y, sin duda, merece la pena conocer. Sus propietarios actuales son los duques de Medinaceli.
¿Cómo es el Pazo de Oca?
La construcción original del pazo de Oca se remonta al siglo XV, con Don Suero de Oca como promotor de la obra. Tres siglos después la estructura creció hasta convertirse en lo que es hoy en día; un complejo residencial de estilo barroco con su conjunto agrícola y el jardín. El Pazo de Oca es un conjunto excepcional, noble, monumental y antiguo se ha convertido en un ejemplo único de la tradición pacega gallega y, por ello, es digno de una visita. Sus jardines son una maravilla para la vista que combinan colores verdes con piedra y agua.
El conjunto está formado por tres grandes elementos: una iglesia-capilla, un palacio y unos preciosos jardines. A mayores debemos referirnos también a las casas de los jornaleros y el entorno agroforestal que lo circunda: los prados de Su Batán y de los Bardoucos y la Carballeira de Ouriles.
El Pazo de Oca forma hoy en día una plaza pública donde sobresale el edificio barroco junto con la Torre del Homenaje, restos del antiguo castillo que anteriormente se erigió en el lugar. Al fondo puede observarse la capilla y un paso elevado y privado para los propietarios. El conjunto finaliza con la casa donde vivían los antiguos sirvientes de la propiedad. El edificio principal fue construido durante los siglos XVII y XVIII y se ha convertido, con el tiempo, en el más renombrado de los pazos gallegos.
El Pazo de Oca es un conjunto de una gran monumentalidad tanto arquitectónica, como botánica y ornamental. Es un fiel reflejo de la sociedad de la época en el que está construido, al mostrar claramente los distintos compartimentos en los que estaban divididas las clases sociales. Tanto la fachada del pazo como sus interiores muestran los escudos de todos aquellos que han sido propietarios de este inmenso conjunto arquitectónico.
La iglesia del conjunto, dedicada a San Antonio de Padua se caracteriza por estar construida en planta de cruz latina, en un edificio palaciego elegante, totalmente barroco y de medidas perfectas. Fue construida entre 1731 y 1752 y se estima que fray Manuel de los Mártires fue el arquitecto dominico detrás de este proyecto.
Unos jardines de impresión
Sin duda alguna, lo más representativo son sus enormes y magníficos jardines, que cuentan con estanques, setos, balaustradas, veredas y puentes, además de una gran variedad floral. Se trata del jardín barroco más antiguo de toda Galicia. El amplio estanque que se encuentra dividido por un precioso pasadizo de piedra alberga una barca que navega plácidamente por sus aguas. Por los jardines también podremos encontrarnos todo tipo de árboles, camelias, tilos y, para muchos, el elemento más significativo es la combinación perfecta de flora y agua. Entre las especies que pueden avistarse durante un paseo por los jardines podemos hablar de setos de boj, azaleas, rododendros, palmeras o las ya citadas camelias. También en las inmediaciones de los jardines hay una buena masa de árboles como nogales, castaños, robles o abedules.
Un momento ideal para visitar el pazo es en invierno, cuando los pétalos de las camelias cubren los paseos y la luz envuelve el conjunto en un halo de misterio. El paso del tiempo, sin duda alguna, ha ennoblecido el paisaje y ha convertido algunas de sus especies de su flora, en ejemplares únicos.
A pesar de que los jardines ya fueron objeto de actuación en las reformas del siglo XVIII, estos también fueron destino de una ampliación el siglo sucesivo. François Viet, jardinero del Campo del Moro madrileño, fue el responsable de continuar la obra iniciada años antes por orden del señor Oca de la época.
