Las rocas o concretamente la disposición de ellas pueden convertir un espacio natural en un lugar mágico lleno de mitología y misterio. Esto es lo que ocurre con la Penas de Rodas, en el municipio de Outeiro de Rei. Se trata de un conjunto de rocas localizado en la parroquia de Gaioso y cuyas formas y disposición ha llamado la atención hasta el punto de convertirse en unos reclamos turísticos de la zona.
Alrededor de las Penas de Rocas ha crecido un área recreativa interesante con mesas y bancos de piedra, así como fuentes y espacio de sobra entre los árboles para pasar una jornada de comida o merienda. Este es lugar también para una romería que se celebra en el lugar cada 12 de agosto y que tiene su epicentro en el palco cubierto que se ha instalado.
Dos grandes rocas redondas de origen misterioso
Las Penas de Rodas ocupan una planicie en el ascenso al monte de A Cruz de Paraños y se encuentran a una altura de poco menos de 500 metros con respecto al nivel del mar.
Lo más llamativo de este lugar son las dos grandes rocas de forma redondeada que descansan sobre el resto de piedras de granito del lugar. Son como dos grandes cabezas que coronan el alto de un conjunto granítico y de los que se desconoce si se trata de un montaje creado por el hombre o una caprichosa creación de la naturaleza. Los cierto es que ambas rocas descansan en una superficie inestable que otorga a la estructura cierta fragilidad ante la certeza de tambaleo.
Como hemos dicho, hay todo tipo de teorías que apuntan a ambos sentidos sobre la formación de este curioso conjunto de rocas. Por un lado, están los que apuestan por la caprichosa acción de la naturaleza al formar las rocas y después esculpirlas con la acción del viento y las lluvias. Por el otro están los que ven razones de sobra como para pensar que el hombre es el responsable de estas formas al considerar que hay marcas de cantero en las propias piedras que son prueba suficiente como para responsabilizar al hombre de la disposición de las rocas.
Se habla incluso de que los romanos pueden estar detrás de este conjunto debido a la disposición de las rocas en su orientación a la puesta de sol y la cercanía del conjunto a la ciudad de Lugo. Otros se van más atrás y apuntan a que, de tratarse de una composición humana, esta sería mucho anterior a la llegada de los romanos a Galicia.
El mito
La mitología y las leyendas de Galicia también cuentan su historia en el penedo de Rodas y los dos grandes bolos de Outeiro de Rei nos cuentan también su propia historia.
En la leyenda de Penas de Rodas lo importante no es el tamaño, forma o disposición de las rocas, sino lo que esconden en su interior. Cuenta la leyenda que una de las dos grandes piedras de granito tiene un corazón de alquitrán y la otra lo tiene de oro. La incerteza de saber cuál de las dos es la buena ha mantenido las rocas intactas ante el temor de equivocarse en la apertura y acabar repleto de alquitrán y causar daños en la comarca por culpa de la pasta negra.