El concello de Portomarín, no se entiende sin el Río Miño que humedece las tierras del Val do Loio. La presencia de este curso fluvial obligó a ingeniar estructuras que permitiesen atravesarlo, algo de lo que se beneficiaban los propios peregrinos en su ruta a Santiago.
Desde 1963
El puente nuevo de Portomarín fue levantado en el año 1963. Como casi todo lo que ocurre en esta población desde mediados del pasado siglo, su construcción está relacionada con la construcción del Embalse de Belesar y la necesidad de reconstruir una población nueva en una colina próxima a la primera ubicación del pueblo.
El propio puente es testigo de la historia al ofrecer las vistas de la estructura anterior que servía para cruzar el río, una estructura también heredera de un primer puente de origen romano y que fue destruido por Doña Urraca en el siglo XII.
El puente nuevo mide 300 metros de largo y se levanta a unos 30 de altura sobre 16 pilares de hormigón. El ingeniero José Antonio Torroja fue el encargado de dirigir la obra.