Si estás pensando en visitar la zona de Ribadeo, no puedes perder la oportunidad de acercarte al pueblo de Rinlo y dejarte cautivar por la magia que transmite este acoger pueblo. Una de las zonas más destacadas de este vecindario es su puerto marinero.
El Puerto de Rinlo nace con la intención de ser un tradicional puerto pesquero como muchos otros, pero, poco a poco, consiguió cautivar a todos aquellos que lo visitaban por su peculiar encanto.
¿Qué ver en el Puerto de Rinlo?
Si te encuentras cerca de Rinlo, no puedes irte sin antes haber paseado por su tan famoso puerto pesquero. Mientras te encuentras caminando por las pasarelas de dicho puerto, disfrutaras de las vistas de la costa de la Mariña Lucense a ambos lados del paseo.
Además, si coincide que es de noche en el momento en el que te encuentras cerca del pueblo marinero de Rinlo, podrás disfrutar de un agradable paseo por el puerto, ya que las pasarelas del mismo se encuentran iluminadas durante todas las noches del año.
¿Qué hay cerca del Puerto de Rinlo?
Tras haber recorrido todas las pasarelas de este pequeño puerto, podrás aventurarte a conocer un poco del entrañable pueblo de Rinlo.
En los alrededores de tan famoso puerto marinero, podrás encontrar una gran variedad de pequeñas casas, en las cuales habitan los marineros más veteranos de la zona. Estas casas se caracterizan por encontrarse situadas bajo los acantilados y la superficie que ocupan, así como la altura de la mismas, era lo que denotaba el poder adquisitivo de los propietarios.
¿Qué comer cerca del puerto de Rinlo?
Esta pequeña villa es reconocida a nivel nacional por sus exquisitos y diferenciados arroces de mariscos, sobre todo el arroz con bogavante que podrás encontrar en cualquiera de los restaurantes que hay en las inmediaciones del puerto.
¿Cómo llegar al Puerto de Rinlo?
Podremos llegar al pequeño pueblo marinero de Rinlo, así como a su reconocido puerto, desplazándonos a tan solo 6 kilómetros del centro de Ribadeo.
El sitio más recomendable para estacionar el coche en Rinlo, es en la primera plaza que nos encontramos nada más entrar en él, ya que las demás calles son muy estrechas para dejar aparcado cualquier vehículo.