Rutas y senderismoMoaña ofrece diversas rutas para practicar senderismo por sus zonas muy ricas en cuanto a naturaleza. En su conjunto, este Ayuntamiento, ofrece un gran ecosistema en donde el carballo o roble figura como la especie más dominante. Pero no es el único árbol característico de la senda, pues junto al carballo se intercalan otras arboledas con castaños, eucaliptos, laureles, sauces…
La ruta del río de la Fraga es perfecta para la práctica de senderismo, la cual presenta diversidad de paisajes tanto modernos como antiguos.
El río da Fraga cruza de norte a sur las tierras moañesas y actúa como frontera de dos de las parroquias del municipio; la propia Moaña y Meira. Desde su nacimiento en el monte Xaxán, hasta su desembocadura en la playa de As Xunqueiras, el río da Fraga mide 6700 metros.
Comenzamos en la playa de As Xunqueira
El sendero que crece entorno al río es de dificultad baja y apto para cualquier edad, aunque quizás demasiado largo para hacer en su totalidad con niños pequeños (15 kilómetros entre ida y vuelta).
El recorrido tendría su comienzo en la playa de As Xunqueira, donde el río de la Fraga desemboca. El curso del río será el principal elemento de todo el recorrido. Este lugar ofrece diversidad paisajística en donde se combinan conjuntamente riqueza y belleza.
A mitad del camino, podemos observar el Complejo Hostelero-Deportivo " O Beque", además del Mirador de la Fraga, que nos ofrece las mejores vistas del pueblo y de la ría de Vigo.
El río de la Fraga, también llamado de los Ladrones, es el de mayor extensión del Ayuntamiento y antiguamente su labor fue importante ya que abastecía a sus habitantes con el agua necesaria para las labores del campo, domésticas...
En la comarca de Moaña, son importantes sus bosques de tupida vegetación y grandes desniveles de terreno. Tomando alguno de sus desvíos podemos aproximarnos al cauce, observar la flora del bosque y la velocidad con la que bajan sus aguas fluviales de las montañas.
Durante todo el recorrido se puede aprovechar para culturizarnos y aprender más acerca de la zona y sus costumbres, pues no son pocos los paneles informativos en los que nos podemos parar para aprender algo nuevo. En el sendero natural no faltan tampoco construcciones de piedra a modo de escaleras o pasarelas de madera que hacen el recorrido más ameno y bello.
Los molinos
Durante el recorrido, hay diversos molinos de agua que hoy día están deshabitados por sus propietarios y con ayuda del Ayuntamiento se han recuperado algunos de ellos. A su lado se ha creado la Ruta de Senderismo que le permite al visitante contemplar un paisaje debidamente acondicionado y señalizado.
Los molinos conservan en su mayoría sus características ruedas de piedra en su interior y se mantienen en buen estado de conservación tanto en sus cubiertas de teja como en sus canales por los que entraba el agua para mover la maquinaria. La mayoría tienen forma cuadrada o rectangular y cuenta con una pequeña ventana. Estos elementos, como ocurre en muchos municipios gallegos, fueron muy importantes en la subsistencia de la población del rural gallego durante el pasado siglo XX.
