Ruta Fuciño do Porco

En el pequeño municipio de Vicedo, en plena Mariña Lucense, se encuentra uno de los reclamos turísticos de moda en Galicia. La Punta Fuciño de Porco y su espectacular paseo de madera atrae por sus vistas a gentes de todo el mundo, que hacen su parada en la zona para disfrutar de una ruta muy particular entre los escarpados acantilados que crea la fuerza del cantábrico.

Un paseo entre acantilados

La traducción literal del nombre Fuciño do Porco es hocico de cerdo y se conoce así esta punta debido a la curiosa forma del entorno que desde sus barcos percibían los marineros cuando se encontraban en las aguas próximas. Aunque popularmente la punta es conocida en todos lados con este nombre, su toponimia oficial es la de Punta Socastro.

La ruta comienza en la zona de aparcamiento mas próxima y desde ahí se deben caminar unos 20 minutos, a la sombra, hasta llegar a la punta propiamente dicha en la que nos encontraremos con el control de acceso. Arranca entonces un estimulante paseo por una pasarela de madera con muchas escalaras de subida y de bajada y que va haciendo un curioso zigzag por los acantilados. Se trata, lógicamente, de una ruta exigente para las piernas y no adaptada para personas con movilidad reducida. El ancho de las pasarelas es de poco más de un metro. En total se podemos hablar de una ruta de cerca de 2 kilómetros en la que 400 metros son de pasarelas de madera y 1,3 son el paseo desde el aparcamiento hasta la zona de acantilados.

Una vez se llega a la zona de acantilados se comprueba que el recorrido ha merecido la pena. Ya no solo por la espectacularidad del camino a recorrer y de los propios acantilados, sino también por las vistas a toda la Ensenada da Pereira u la Isla Coelleira en uno de los lados, y del Monte Faro y la playa de Area y el islote de A Gaveira y la ensenada de Esteiro al otro. Al fondo, hacia el Norte, el mar abierto y la inmensidad del Mar Cantábrico.

El turístico y más acondicionado paseo que hoy conocemos en O Vicedo y que se ha popularizado gracias a las redes sociales y a los vídeos promocionales del turismo en Galicia no es otra cosa que la puesta en valor de una ruta no tan cómoda como la de ahora y que no hace tantos años tenía que ser recorrida por los técnicos que daban mantenimiento a la radiobaliza que se encuentra al final de la ruta. Hoy todo el paseo está bien acondicionado con una pasarela de madera y escalones más o menos sencillos, pero otrora esta era una ruta que los locales de O Vicedo consideraban como bastante difícil y hasta peligrosa.

Una ruta con reserva

La popularidad de Fuciño do Porco ha hecho que desde el ayuntamiento de O Vicedo tomasen cartas en el asunto para que la sobremasificación en la zona no acaba alterando el lugar. Así, el acceso a la zona es libre en los meses desde septiembre a junio, pero para dar el paseo por las pasarelas de madera en plena temporada alta es necesario acudir con reserva.

A través del portal puntafucinodoporco.gal se puede gestionar la reserva, que permite el acceso a la ruta a la hora marcada con una hora de margen para trazarla. Esta gestión permite el tránsito ordenado de gente por las pasarelas y facilita también las labores de aparcamiento a los que van llegando, pues la zona para dejar el coche en las proximidades no dispone de mucho espacio.