La zona de la Ribeira Sacra está llena de monasterios e iglesias, algunas mejor conservadas que otras, que hablan de la importancia que en el pasado tuvo esta zona en la que la cultura del vino y la espiritualidad siempre estuvieron muy relacionadas. La iglesia de San Facundo de Ribas de Miño, en el municipio de Paradela, es uno de estos templos ligados a un viejo monasterio. Está declarada como Monumento Nacional desde el año 1982.
Una ayuda al peregrino
El origen de la iglesia y monasterio de San facundo de Ribas do Miño lo encontramos en el siglo XII. Se ubicó entonces en este lugar unas instalaciones pensadas para dar cobijo a las decenas de peregrinos que moraban por la zona en su camino hacia la catedral de Santiago. Se escogió este lugar porque los monjes benedictinos que moraban en el monasterio se encargaban de ofrecer a los peregrinos la mejor manera de cruzar el Miño. Lo hacían en barca, la mejor manera de comunicar las dos orillas del río luego de que la mejor manera de hacerlo, el puente de Portomarín, fuese destruido por Doña Urraca.
La iglesia es de nave única y cuenta con cabecera semicircular. Tiene en su bóveda, de 5,30 metros de altura y seis robustos arcos de piedra que convergen en un punto central, uno de sus elementos más espectaculares. Se dice de esta bóveda que es realmente el primer ejemplo de estilo gótico que se puede encontrar en toda la península ibérica.
Tiene una portada simple con tímpano liso y un pequeño punto de luz circular sobre esta. La portada remata en una espadaña de doble hueco con una campana en uno de ellos. Hay una segunda portada en el perfil sur del templo de mayor belleza que la principal.
Dentro del templo, como ocurre en otras iglesias de la zona de la Ribeira Sacra, destacan las pinturas murales que están fechadas en el siglo XV. En ellas encontramos representaciones como la de San Cristóbal con el Niño Jesús, en el muro sur del templo. Otros murales tienen representadas las imágenes de San Bartolomé en su martirio en el que fue despellejado en vida, la representación de la crucifixión de Cristo, el martirio de San Sebastián, la Virgen lactante con el niño o la representación de San Francisco de Asís.
Una nueva vida
Además del valor histórico que tiene esta iglesia ya de por sí relevante por su pasado medieval, el actual conjunto que forman la iglesia de San Facundo de Ribas de Miño y su casa rectoral es especialmente interesante en tiempos modernos por el gran trabajo de puesta en valor y recuperación que se llevó a cabo en este lugar a finales del siglo pasado. Estos trabajos le valieron en el año 1998 el premio del Colegio de Arquitectos de Galicia como el mejor proyecto de restauración de toda la comunidad gallega.
El entorno de esta iglesia es otro de sus valores, en una zona del valle de las tranquilas aguas del río Miño rodeada de cultivos de vid de los que se extrae las uvas para uno de los caldos más preciados de la cultura vitivinícola gallega.