Murallas y fortalezasDel siglo XV y declaradas como Bien de Interés Cultural son las conocidas como Torres de Mens, en Malpica. Se trata de un castillo fortaleza que se encuentran en un gran estado de conservación.
La historia del castillo
La fortaleza que se encuentra en la parroquia de Mens fue levantada durante el siglo XV, después de que se diesen ya por acabadas las Revueltas Irmandiñas. El actual Castillo se construyó sobre las ruinas de uno anterior, que a su vez estaba ya ocupando una zona históricamente habitada en la que había un castro. Lope Sánchez de Moscoso fue el noble que se encargó de mandar construir el castillo.
El edificio fue conocido también como la Fortaleza de los Moscoso. Estuvo bajo los dominios de esta importante familia del medievo gallego hasta el siglo XIX. Pedro Abelenda y Díaz de Andrade lo adquiere a finales de este siglo y su familia es la que se encarga de proteger, rehabilitar y poner en valor este castillo para que llegase hasta hoy en el excelente estado de conservación que luce.
Los trabajos de rehabilitación que se llevaron a cabo en las torres en el año 1988 no pasaron desapercibidos y cinco años después la fortaleza recibió el premio Europa Nostra por su rehabilitación. Cabe decir que el castillo sigue siendo de propiedad privada y únicamente puede observarse desde fuera, pues no están permitidas las visitas.
Las torres en la actualidad
El conjunto conocido como Torres de Mens está formado por tres torres de planta cuadrada hechas en cantería que en su día contaban con almenas pero que ya no se conservan y por un edificio vivienda. Todo ello protegido por una muralla que cierra de forma casi circular el recinto.
El edificio residencial tiene planta en forma de L y para acceder al interior del reciento se debe pasar por el arco gótico que da acceso en una de las torres. De las tres torres hay una de mayor altura, la Torre del Homenaje, que cuenta con tres niveles y un balcón de madera corrido situado en la planta alta. En esta torre podemos ver también el emblema de los Condes de Altamira; una cabeza de lobo.
Como parte de la leyenda popular, se dice que hay un pasadizo oculto que une la fortaleza de las Torres de Mens con la iglesia románica de Mens y que este pasadizo sirvió en el pasado para que el Conde escapase tras una revuelta en el castillo para rescatar a una joven aldeana que tenía retenida. Se dice que aquello que se cultiva encima del túnel subterráneo, del cual no hay evidencias de su existencia, adquiere un tono amarillento como consecuencia de una maldición.
