En la parroquia de Ombreiro, Concello de Lugo, se encuentran los restos de un antiguo aserradero que aprovechaba las aguas del río Miño para hacer funcionar su maquinaria. Es el Aserradero de Castelo.
Aserradero de mármol
Para llegar Aserradero de Castelo debemos remontar el río unos 300 metros. Fue en su día un prolífico negocio dedicado al aserradero del mármol principalmente. Hoy en día las instalaciones se encuentran abandonadas, pero lo que queda en pie y deja ver la vegetación que se ha adueñado de sus muros permite darnos cuenta de las imponentes dimensiones de esta construcción.
El agua llegaba hasta el aserradero por unas canalizaciones de 3 metros de ancho que movían un importante caudal del río. Sobre este canal se levantaba el edificio y el agua cruzaba por debajo por medio de 4 arcos que sostenían la planta baja. Un arco es adintelado y los demás con arco rebajado.
No hay datos significativos que confirmen las fechas de construcción de esta gran instalación de corte de piedra ni cuánto tiempo estuvo en funcionamiento hasta su cierre definitivo. Seguramente ésta dejó de tener uso tras la modernización de la industria y el cese gradual de la actividad con fuerza hidráulica, lo que hizo que los aserraderos ya no tuviesen que estar tan próximos a los ríos.