En la localidad de Foz, en la mariña lucense, nos encontramos la que está considerada como la catedral de más antigüedad de toda España; la Basílica de San Martín de Mondoñedo. Es un edificio de estilo románico que data de finales del siglo XI y que hoy en día está considerado como basílica menor y catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 1931.
La historia de San Martiño de Mondoñedo
Para contar la historia del templo situado en Foz hay que remontarse algunos siglos antes a su construcción, concretamente al siglo VI, con la llegada de los cristianos exiliados de la provincia romana de Britania a tierras gallegas. Estos bretones se instalaron en la zona que hoy conocemos como Bretoña, pero la conquista musulmana les hizo abandonar el lugar superada la mitad del siglo IX, buscando refugio en Mendunieto, la actual Foz.
Así pues, hay indicios de la existencia de un viejo monasterio prerrománico del siglo IX y que curiosamente fue considerado como doble sede episcopal al acoger el traslado tanto de los Bretones como del obispado de Dumio, este último movido hasta la zona escapando de los invasores vikingos.
El obispado abandonó Foz para trasladarse a Mondoñedo a comienzos del siglo XII por orden de Doña Urraca y el templo perdió la vocación monacal. Así, la iglesia fue perdiendo peso hasta convertirse en el siglo XVII únicamente en una iglesia parroquial.
¿Cómo es la basílica?
La Basílica de San Martiño de Mondoñedo, reconocido como tal desde el año 2007, está levantada en mampostería de pizarra y sillería granítica, con la cubierta también hecha en pizarra. Tiene planta basilical y consta de tres naves con crucero y tres ábsides semicirculares. La casa rectoral está pegada a su lateral derecho.
En su construcción se pueden apreciar elementos de diferentes etapas desde el siglo X hasta el XII y sus contrafuertes fueron añadidos con posterioridad, en el siglo XVIII. La puerta principal cuenta con un arco abocinado de medio punto y dos arquivoltas con cuatro columnas, dos de las cuales sin de forma visigótica. En el tímpano podemos ver un crismón y un cordero con cruz. En el lateral derecho la basílica cuenta con una torre-campanario y podemos mencionar también su gran riqueza de canecillos.
El interior de la basílica de San Martiño de Mondoñedo alberga hoy un Museo parroquial cuyas piezas más importantes son el báculo y el anillo de San Gonzalo. El propio sepulcro del obispo San Gonzalo se encuentra situado en la parte sur del templo. Son importantes también las pinturas murales del templo, pues están consideradas como de las más antiguas de Galicia (siglo XII). Estas últimas fueron descubiertas durante unos trabajos de restauración llevados a cabo en la basílica en el año 2008 bajo una capa de cal.