Edificios históricosEn el corazón de la villa de Ribadeo, en pleno casco histórico, nos encontramos con el edificio antiguo conocido como Casa del Patín o, en gallego, Caso do Patín. Se trata de del edificio civil de más antigüedad de todo Ribadeo y lo puedes encontrar en la Calle Antonio Otero número 15.
Este edificio histórico de la ciudad comparte el patio con la actual biblioteca municipal de Ribadeo y a su vez Casa de Cultura, que en su día fue la antigua Escuela de Náutica y Comercio de la villa, otro de los edificios históricos de Ribadeo (1856).
Este importante edificio para la ciudad se encuentra a tan solo cinco minutos andando de la oficina de turismo de la ciudad o el propio edificio consistorial.
Edificio del XVIII reformado el siglo pasado
La Casa do Patín de los Menéndez-Navia y Villamil data del siglo XVIII solo conserva de su estructura antigua la fachada, ya que todo lo demás sufrió una gran renovación en la restauración a la que fue sometida el pasado siglo XX y en la que se le retiró el patín original del edificio que además le daba nombre a la casa. La familia Menéndez-Navia y Villamil, linaje local que hizo negocio en la villa con el comercio de la madera, se puede asociar a este histórico edificio debido al escudo que luce en la fachada. El citado escudo luce entre una maraña de vegetación verde que cubre toda la parte superior de la preciosa fachada del edificio.
Aunque su interior no es visitable, no pocos turistas se fotografían en un paseo por el casco histórico de la ciudad sentados en el banco de piedra que adorna la parte inferior de la fachada, junto a la puerta de entrada. La casa do Patín dispone de dos únicas plantas, en las que se pueden ver las ventanas y puertas con los dinteles de granito y las paredes blancas escondidas tras la vegetación y las flores.
A simple vista, lo que más llama la atención de este edificio es su entrada; una gran puerta de piedra que se encuentra bajo un arco de medio punto y con una preciosa cantería de granito. Junto a la entrada, unas proporcionadas columnas de piedra dan cobijo a un soportal que sostiene al balcón de la planta superior. En la parte superior tiene un gran alero de madera, acabado a modo de artesonado que sirve como arranque del tejado.
