Parques etnográficosMuy cerca del fuerte San Damian, en Ribadeo, encontramos otro de los enclaves turísticos del municipio. El muelle de O Cargadoiro es un complejo industrial que culmina en un cargadero de mercancías antiguo en el que culminaban las descargas en tren que se realizaban para llevar los minerales extraídos hacia los barcos.
Los restos de este punto de descarga de mercancías son ahora visibles desde un precioso paseo por la costa de Ribadeo que conforma todo un parque etnográfico de gran belleza y valor. La zona está ahora humanizada para poder pasear a través de ella y gozar de la brisa marina y las vistas al mar.
Actualmente la pasarela por la que antes pasaban los raíles de un tren de descarga está recubierta de madera conformando un pequeño y bello paseo que culmina con un mirador abierto al mar. Este mirador es una de las paradas más especiales de la conocida ruta de los miradores de Ribadeo y desde él puede observarse en días despejados el conocido Puente dos Santos, que enlaza las comunidades autónomas de Asturias y de Galicia o al propio Fuerte de San Damián anteriormente citado.
Ribadeo como punto de descarga
El muelle de O Cargadoiro era la parada final del complejo minero industrial basado en la extracción de hierro. El hierro extraído se trasladaba por una red de ferrocarril de aproximadamente 32 kilómetros de distancias y que a principios del siglo pasado comunicaba Ribadeo con la zona minera de extracción situada en el municipio de Pontenova, concretamente en la zona minera de Vilaodriz.
El complejo minero industrial data del año 1900 y ya en el año 1927 esta línea de ferrocarril pudo ser utilizada también para el transporte de viajeros hasta que en el año 66 se puso punto y final a la línea con el levantamiento definitivo de los raíles. El precio en la época de semejante complejo industrial fue de 6 millones de pesetas y fue financiado íntegramente por capital privado procedente de la Sociedad Minera de Villaodrid.
El proceso de carga
Cuando el tren cargado de mineral llegaba a su estación fin al, el lugar conocido como Porto Estreito, se utilizaba una grúa para conseguir pasar toda la carga desde el tren hasta los barcos que esperaban afondados en la costa. Este cargadero era de gran ayuda para los barcos de grandes dimensiones, pues facilitaban las labores de carga sin necesidad de tener que penetrar y maniobrar en el interior de la ría de Ribadeo y tener que estar pendientes del tiempo o las mareas.
Una playa con vistas
A los pies de la enorme estructura de carga se encuentra la conocida como la playa de O Cargadorio, un pequeño arenal de unos 35 metros de largo que cuenta con arena blanca y un acantilado a sus espaldas. Esta playa cuenta con un pequeño aparcamiento para menos de un centenar de coches y es de fácil acceso a pie.
Tanto la playa como el propio Cargadoiro están a menos de 20 minutos caminando de la plaza del Concello de Ribadeo, en donde podemos situar el corazón de esta ciudad. Siguiendo con el paseo por la costa, con otros 20 minutos más de caminata desde el muelle de carga podrás llegar a otro de los puntos más visitados de Ribadeo, playa de las Catedrales al margen, como es la Isla Pancha.
