La historia y el poder en el tiempo de una localidad es fácilmente detectable recorriendo las callejuelas de su casco histórico. El de Viana do Bolo nos habla de la importancia de esta villa en la época medieval, cuando su fortaleza estaba en máximo apogeo.
La torre, las calles y las iglesias
El edificio más representativo en una visita al casco antiguo de Viana do Bolo es su Torre del Homenaje, una torre medieval reconstruida tras los ataques de la revolución irmandiña que se levanta a casi 33 metros de altura y que hoy alberga en su interior un museo etnográfico. Las vistas del municipio desde sus alturas son dignas de contemplar.
Si recorrer las calles de la zona histórica conviene hacer parada en sus iglesias, como la de Santa María o la Capela da Saoidade, pero también fijarnos en el barrio de Cabo da Vila, el más antiguo de la ciudad o pararnos a echar un vistazo a la plaza mayor y a los soportales y fachadas de casas y edificios barrocos que salpican cada calle del centro.
La fuente del Pilón, construida en memoria del alzamiento liberal de 1830, la casa consistorial, el pazo de Bugallal o el Ara romana son otras de las paradas obligadas en una vista al casco histórico de Viana do Bolo.