El Castillo o Fortaleza de Maceda es un edificio histórico que se sitúa en la localidad de Maceda, en la provincia de Ourense. Su origen se remonta al siglo XI y hoy en día es considerado como Bien de Interés Cultural y uno de los símbolos de la villa.
La historia del castillo
La fortaleza se encuentra situada en el lugar de mayor altura de todo el municipio, conocido como Alto do Couso. Allí se levantó en el siglo XI la torre del homenaje que fue el primer elemento de la fortaleza medieval.
El crecimiento de la fortaleza hizo posible el castillo que hoy conocemos y que acabaría siendo un palacio residencial más que una fortaleza defensiva propiamente dicha. No en vano, estamos hablando posiblemente de uno de los edificios civiles de mayor relevancia de toda la comunidad gallega en lo que arquitectura medieval se refiere.
La importancia del edificio se explica por la nobleza que lo habitó y en este aspecto destaca por encima del resto la del rey Alfonso X el Sabio, quien se dice que vivió sus primeros años de niñez en este castillo. Refugiado tras los muros interiores más gruesos de Europa, Alfonso X residió en Maceda hasta cumplir once años. El pequeño Alfonso, hijo del rey Fernando III y de Beatriz de Suabia, estaba en Maceda bajo los cuidados del noble García Fernández de Villamayor y se cree que fue allí donde Alfonso X se familiarizó con la lengua galaico-portuguesa que le sirvió para escribir sus importantes cantigas.
Otros ilustres habitantes fueron Joao da Nova, explorador afamado y alcalde de Lisboa en el siglo XV y cuyo escudo todavía forma parte de los muros de la fortaleza. El navegante se marchó del castillo ante la amenaza irmandiña.
Al igual que ocurrió con buena parte de los castillos de la comunidad gallega, la Fortaleza de Maceda fue objetivo de las revueltas irmandiñas durante el siglo XIV. Estos ataques en la sublevación del pueblo gallego contra los señores y la nobleza supusieron la destrucción parcial del castillo de Maceda, que ya en su reconstrucción reforzó su carácter residencial
Hoy es un hotel
El Castillo de Maceda no ha perdido con el paso de los años su carácter de palacio residencial, pues hoy en día la instalación ha sido reformada y adaptada para funcionar como un hotel monumento. Bien es cierto que el hotel actual difiere mucho en su estructura y comodidades a lo que era el castillo medieval, pero los gruesos muros y sus torres todavía hacen recordar lo que era aquel edificio levantado hace casi un milenio.
El hotel actual fue posible gracias a la profunda renovación y restauración a la que fue sometido en la década de los 90 tras muchos años de abandono del edificio. El hotel cuenta con restaurante y cafetería y varios salones. Todavía se conserva el patio de armas y lo que se conoce como la Sala Joao da Nava, la cual está habilitada como salón de reuniones y se encuentra en la torre de homenaje. En cuanto al hotel propiamente dicho, consta de seis habitaciones totalmente equipadas entre suite, habitaciones dobles y habitación individual.