Uno de los espacios de mayor relevancia histórica que encontramos a nuestro paso por la localidad de Carnota es el castro de Mallou, un antiguo poblado castreño cuyo origen es anterior a nuestra era. Cuenta la leyenda que esta fortaleza fue residencia de la Reina Lupa.
Edad del Hierro
El Castro de Mallou se data en la edad del hierro y los historiadores estiman que el poblado pudo mantenerse activo entre los siglos IV o III antes de Cristo y el I después de Cristo. Los trabajos de investigación en el castro se desarrollaron entre los años 2006 y 2008 y en 2013 se recuperó y puso en valor.
La superficie total del poblado tiene forma ovalada y una superficie de casi 4.500 metros cuadrados. El estado de conservación es regular, pero todavía se pueden distinguir las dos murallas de su fortificación e incluso una tercera muralla en su vertiente sur que está acompañada de parapeto y foso, lo que hace creer a los arqueólogos en la posible existencia de un antecastro.
Dentro de la fortaleza se distinguen restos de lo que fueron los edificios y viviendas con estructuras tanto en las clásicas plantas circulares de los castros como otras más rectangulares que se suponen posteriores. Se descubrieron también un cuerpo de guardia, un aljibe molinos naviformes, restos de cerámica y restos ferrosos que hacen pensar que el poblado disponía de una herrería.