Uno de los castros más singulares de toda Galicia lo encontramos en Salvaterra de Miño, es el conocido como Castro Penedo dos Mouros o Castro de Lourido, por la parroquia en la que se ubica.
La monumentalidad de las rocas
Lo que más llama la atención de la zona cuando vamos a visitar el castro de Lourido son las grandes formaciones rocosas que forman el conjunto, la esencia pura de este lugar y que lo diferencia de cualesquiera otros castros de la provincia. Las cuevas, las cavidades rocosas y la croa de este lugar de Salvaterra lo hacen especial y lo convierten en un lugar también envuelto por un halo mitológico.
La población castreña se adaptó a las características geográficas del lugar, un espacio que presenta señales de vida desde la prehistoria con los petroglifos cercanos, hasta la propia civilización romana de la que se conservan restos hasta de una villa con hipocausto.
Una visita al Penedo dos Mouros es un repaso a la historia de Galicia, empezando por lo que se considera una posible mámoa hasta los restos poco investigados de la villa romana. El castro en sí está datado en la Edad de Hierro y se le estima una extensión de 40 hectáreas con estructura defensiva a base de fosos y terraplenes. Entre la vegetación del lugar se distinguen aún la planta de alguna vivienda castrexa.