Descubre A Peroxa Que ver y que hacer en A Peroxa (15)

Qué ver y hacer en A Peroxa y conocer los vestigios de un antiguo castillo

A Peroxa, en la provincia de Ourense, ofrece una rica combinación de naturaleza, historia y cultura. Sus paisajes de montes y ríos invitan a disfrutar de actividades al aire libre, mientras que su patrimonio histórico, con iglesias y pazos, revela un pasado fascinante. Un lugar perfecto para explorar y conectarse con la tradición gallega. Esto es todo lo que puedes ver y hacer en A Peroxa si vas de visita.

Aprendiendo sobre el pasado del rural gallego

La primera parada de nuestro itinerario por los lugares de A Perexa que debes conocer la vamos a hacer en un museo. En el Edificio Multiusos de A Peroxa, se encuentra un tesoro etnográfico que presenta la creatividad de Manuel Fernández Fernández, conocido como "O Lebre das Casarizas", un polifacético artista nacido en 1906.

En su taller, ubicado en su hogar, fabricaba herramientas, aperos de labranza y reparaba diversos objetos, además de ser dentista, herrero y músico. Su inventiva le permitió crear una malladora-limpiadora y reutilizar piezas de vehículos antiguos. Apodado "O Lebre" por su madre debido a su habilidad para escapar de compromisos, Fernández se destacó por su espíritu rebelde y su amor por la vida rural. Fallecido en 1997, su legado perdura en este museo etnográfico que alberga cerca de 500 piezas que muestran su ingenio. Las visitas al Museo do Lebre das Casarizas, de acceso gratuito, están disponibles de lunes a viernes por la mañana, y se pueden concertar visitas guiadas con antelación.

El viejo castillo

Tras esta primera visita cultural, la siguiente parada de aquello que debes visitar en A Peroxa es el Castillo. Ubicado en el valle del regato Rial, es una antigua fortaleza medieval de origen incierto, considerada Bien de Interés Cultural desde 1994. Se cree que fue construido en el siglo VIII, durante el reinado de Alfonso II de Asturias, para proteger las tierras de incursiones musulmanas. Su planta poligonal, reforzada por cuatro torreones semicirculares, incluye restos de la Torre del Homenaje y otras estructuras como un alpendre, un aljibe y un molino.

Aunque poco se conserva de su esplendor original, aún se pueden distinguir los cimientos de la torre y las bases de los muros. A lo largo de su historia, el castillo fue ocupado por los Señores de Temes y, en el siglo XIII, por los Sarmiento. Pese a que sobrevivió a la Revolución Irmandiña del siglo XV, sufrió daños durante las desamortizaciones del siglo XVIII. En el siglo XIX, sirvió como sede municipal y, ya en el XX, fue adquirido por Artemio Fernández, quien vendió la piedra de la Torre del Homenaje para la construcción de la iglesia local.

Este es el principal exponente de arquitectura civil de la localidad, pero hay otros edificios de relevancia que cuanto menos merecen ser citados. Estamos hablando de los pazos:

-El Pazo de Turbisquedo, un edificio neoclásico del siglo XVIII que ofrece alojamiento rural de lujo con diez habitaciones con baño privado. Destacan su arquitectura, con un torreón defensivo, un balcón de francotirador y un patio interior con arcos de granito. Además, cuenta con una biblioteca, comedor de gala, cocina renovada, gimnasio y hermosos jardines, ideal para eventos y estancias exclusivas.

-El Pazo de Láncara es un edificio de época bajomedieval en proceso de rehabilitación. Construido por Pedro Suárez de Varela e Quiroga, presenta una planta rectangular y un torreón con escudo de armas en la fachada. El pazo, rodeado por un muro perimetral, incluye varias construcciones menores, un hórreo y un antiguo palomar.

-El Pazo de Ansariz, de mediados del siglo XVII, presenta una planta cuadrada y un torreón con pináculos. Destacan el hórreo de doce cuerpos, la capilla, el horno y un portalón con puerta adintelada, escudo, guerrero y cadena.