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Qué ver y hacer en Montederramo y disfrutar de su Bidueiral

Ubicado en la provincia de Ourense, el concello de Montederramo es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y la historia. Con su impresionante monasterio, paisajes de montes de abedules y ríos, y pequeñas aldeas llenas de encanto, ofrece una experiencia única para quienes buscan desconectar y explorar la Galicia más auténtica. No te pierdas nuestra guía de qué ver y hacer en Montederramo.

Disfruta de un bosque autóctono verdadero

Los amantes de la naturaleza sabrán disfrutar del Bidueiral de Montederramo, sin duda uno de los lugares de este concello que no te puedes perder. Situado entre la Ribeira Sacra y el Macizo de Queixa-Manzaneda, en la Sierra de San Mamede, este lugar ofrece un paisaje de belleza incomparable. En el interior de esta joya natural se encuentra el Bidueiral de Montederramo, un bosque autóctono con abedules, acebos, robles y una fauna variada, como jabalíes, ciervos y águilas.

Además de su biodiversidad, el bosque es testigo de leyendas como la de Manuel Blanco Romasanta, el único hombre lobo de España, cuyo mito sigue vivo en los rincones del bosque. Los abedules, fundamentales en la carpintería local, también evocan la historia de este misterioso personaje, asociado a relatos oscuros como el "Home do Saco" y "Sacamantecas".

Existe una ruta de senderismo por la zona que invita a conocer a fondo este espacio y su entorno. La PR-G 182, o Ruta del Bidueiral de Gabín, es una senda circular que recorre el bosque de abedules de Montederramo, el más meridional de Europa. Con más de nueve kilómetros de caminos forestales, la ruta parte de la aldea de Mogaínza, ofreciendo vistas de una rica flora autóctona, como robles, acebos y avellanos. En su recorrido, también es posible avistar fauna local, como ciervos, jabalíes y diversas especies de aves, como águilas y lechuzas.

Como no podía ser de otra forma, este no es el único espacio natural de recomendada visita en esta localidad ourensana. Y es que la Playa fluvial de As Poulas o embalse de Leboreiro, presa del río Maio o la también presa del Azu de Vill son otros espacios de gran interés. Y para descansar y relajarte, el mejor lugar lo tienes en el Área Recreativa de A Palloza.

Exaltación al arte renacentista gallego

Nuestra siguiente parada en este itinerario por los sitios imprescindibles de Montederramo que debes visitar la haremos en un monasterio. El Monasterio de Santa María de Montederramo, fundado en el siglo XII y originalmente benedictino, se incorporó a la orden del Císter en 1163. Situado en la provincia de Ourense, fue un importante centro religioso y cultural, especialmente entre los siglos XIV y XVI. Durante ese tiempo, el monasterio recibió numerosas donaciones y privilegios, alcanzando su esplendor con la reconstrucción de su iglesia y claustro bajo la dirección de Juan de Tolosa. Fue un referente de estudios cistercienses al abrir un colegio en 1590. Tras la desamortización de 1835, el monasterio fue subastado, pero fue restaurado en el siglo XX.

Su iglesia de cruz latina destaca por su sencillez y belleza, especialmente el coro alto y el retablo mayor del siglo XVII. El monasterio también alberga dos claustros, uno de estilo ojival y otro renacentista. El Monasterio de Montederramo, declarado Bien de Interés Cultural en 1951, ofrece visitas guiadas diarias por 3 euros, con material informativo sobre la Ribeira Sacra.

De nuevo podemos hablar de una ruta de senderismo interesante con parada en este monasterio. Se conoce como la Ruta del Santo y se dice que es el itinerario que seguía el ermitaño de San Mamede desde su ermita hasta el monasterio.

Este es el principal exponente de patrimonio arquitectónico religioso de Montederramo, pero hay otro espacio espiritual de gran valor en el Cruceiro de Marrubio. Es un conjunto que forma, además del cruceiro de madera policromada del siglo XVIII, la ermita de San Andrés y un peto de ánimas. Cabe decir que el Cruceiro está cubierto y que en él se pueden ver, además del Cristo en la cruz, las figuras de la Virgen María y de San Antón.

En lo civil, debemos destacar dos puentes como el de Edrada y, sobre todo, el Puente de Vilariño Frio, pues formaba parte de la antigua calzada romana de la Via Nova que servía para comunicar Astorga y Braga.