El Castillo de San Sebastián en Vigo

El Castillo de San Sebastián es una fortaleza del siglo XVII situada sobre un montículo tras el Ayuntamiento de Vigo, en el casco viejo alto de la ciudad. Al igual que el resto de defensas, esta fortificación se levantó entre los años 1640 y 1668 a causa de la Guerra de Restauración Portuguesa y durante el reinado de Felipe IV.

Antes de levantar el castillo, en el lugar se encontraba una ermita en honor a San Sebastián. Sin embargo, al construirse el castillo, dicha capilla quedó cerrada debido a que se levantó un fuerte. La muralla se extendía desde el castillo hasta la Puerta del Sol, bajaba por la calle Carral y el muelle de A Laxe, y seguía por Beiramar hasta el Berbés para subir por la calle Real hasta la ermita.

Esta construcción fue creada por los ingenieros militares Juan Villarroel y Prado y Carlos y Fernando de Grunemberg como complemento de la fortaleza del Castro, junto con la cual se cerraba todo el recinto de murallas y, por tanto, la ciudad de Vigo.

El Castillo de San Sebastián de Vigo, como es característico de la arquitectura del siglo XIX, contaba con un solo recinto fortificado, además de que presentaba una planta de estrella con un baluarte y dos medios baluartes. Cuando en 1719 tuvo lugar la invasión inglesa, la guarnición que defendía el castillo lo abandonó debido a su inseguridad y se refugió en el castillo del Castro.

A partir de entonces se declaró en estado ruinoso hasta que su uso cambió a principios del siglo XIX cuando en su interior se construyó un hospital, aunque posteriormente fue usado como cuartel militar hasta que en 1964 fue entregado al ayuntamiento de la ciudad.

En manos del consistorio, el Castillo de San Sebastián cayó en intereses especulativos y se derrumbaron algunas de las partes del muro con el objetivo de construir el nuevo ayuntamiento ahí. Posteriormente se consideró una nueva demolición que no llegó a llevarse a cabo, aunque la remodelación del plaza del Rey provocó que el entorno del castillo se degradara aún más.

Actualmente quedan en pie sus ruinas, desde las cuales se vislumbra al fondo la ría de Vigo y el monte del Castro.