Molinos
FervenzasEn el municipio de Vilasantar, se encuentra un lugar que combina el encanto natural y la riqueza histórica: la Fervenza das Gándaras y el Muíño do Batán. Este rincón, formado por el río das Gándaras, afluente del Tambre, ofrece un entorno que fascina tanto a amantes de la naturaleza como a curiosos de la historia.
La belleza de un entorno fluvial bien aprovechado
El río, que serpentea entre un estrecho valle, forma un espectacular salto de agua de 15 metros conocido como la Fervenza de Mezonzo. Este espacio, rodeado por castaños y robles, permite disfrutar de vistas impresionantes tanto desde lo alto como desde la base de la cascada.
Además de su belleza natural, este lugar alberga un importante conjunto etnográfico encabezado por el Muíño do Batán, una antigua construcción hidráulica que data del siglo XII y cuya función era tratar tejidos. Restaurado en 2001, este batán aún conserva su rueda vertical de tres metros, un ejemplo vivo de la ingeniosa utilización del agua para el trabajo humano.
Cruzando un puente de madera, encontramos un molino dedicado a la producción de harina, restaurado también en 2001, con muros de mampostería y un techo a dos aguas que mantiene su autenticidad. A los pies de la cascada, los restos del antiguo mazadoiro de lino nos recuerdan las múltiples actividades que este lugar albergó durante siglos.
