En la frontera sur de Ourense, en la parroquia de San Xoan de Randín (Calvos de Randín), se esconde un tesoro natural: la Fervenza de Vilariño. A más de mil metros de altitud, esta joya se encuentra en A Serra da Pena, un sistema montañoso que sirve de límite con Portugal.
Las aguas del regato do Muíño Vello
La aventura comienza cerca de la aldea de Vilariño, aquí encontramos un sendero señalizado que nos invita a descubrir la magia de esta cascada natural. A tan solo 100 metros de la carretera, nos sumergimos en un entorno misterioso que alberga la Fervenza de Vilariño, también conocida como Fervenza do Regato do Muíño Vello.
El nombre del río que forma la cascada sugiere la presencia de un antiguo molino, aunque los detalles de esta construcción se han perdido en el tiempo. La cascada, con una caída de aproximadamente cuatro metros, crea un espectáculo impresionante al saltar una pared rocosa. Este regato se une al Río Maceira, que más adelante se encuentra con el Ramiscal para formar el Barxa, el río que fluye junto a la aldea de Randín.
La Fervenza de Vilariño, apartada en la naturaleza, revela su encanto en la serenidad del entorno. El sonido del agua cayendo y la sensación de frescura en el aire crean una experiencia mágica. Este rincón es un recordatorio de la belleza que se encuentra en los lugares menos explorados de la geografía gallega y una invitación a los amantes de la naturaleza a descubrir la belleza oculta junto a la frontera con el país vecino.