El municipio de Vedra, a pocos kilómetros de Santiago de Compostela, esconde algunos interesantes monumentos arquitectónicos. Uno de estos es la Iglesia de San Mamede de Ribadulla.
Templo del siglo XII con dos retablos del XVIII
Este templo, de origen románico, data de la segunda mitad del siglo XII y conserva el encanto de una arquitectura que ha desafiado el paso del tiempo. Su estructura es sencilla pero cautivadora: una nave única y un ábside adornado con un doble arco central y una serie de arcos ciegos, típicos del estilo románico.
Los detalles decorativos en sus capiteles son parte del encanto singular de esta iglesia medieval. En el lado sur, las hojas esculpidas parecen danzar con la piedra, mientras que, en el norte, animales entrelazados transmiten una sensación de movimiento y vida. El interior alberga dos retablos barrocos del siglo XVIII, incluyendo el altar mayor y el del Rosario, junto con una imagen de la patrona que resalta por su delicadeza.
Justo al lado de la iglesia, un crucero dieciochesco con base octogonal y capitel corintio aumenta el valor artístico del conjunto. A pocos pasos, en el campo de la fiesta, se encuentra la pequeña ermita de San Gregorio, un lugar también lleno de historia y espiritualidad.
Además, la parroquia de San Mamede alberga otros atractivos como el Pazo de Guimaráns, del siglo XVII, y su fuente del siglo XVIII reconocida como monumento nacional.