En la Galicia más rural, en el municipio de Agolada, se encuentra la Iglesia de San Martiño de Ramil. Este pequeño templo románico, aunque sencillo en su arquitectura, destaca por su encanto histórico y su integración con el paisaje tradicional gallego. Sirve como iglesia parroquial para los vecinos de los lugares de Ramil y Outeiro.
Ejemplo clásico de arquitectura románica rural
Visitar la Iglesia de San Martiño es como hacer un viaje en el tiempo, explorando la herencia medieval de Galicia. Este templo es un claro ejemplo de cómo la arquitectura románica rural se adaptó a las necesidades de las comunidades locales, sin perder su valor artístico y cultural.
La estructura original, datada hacia finales del siglo XII o principios del XIII, sigue los principios del románico rural gallego: una sola nave y capilla, techadas con armaduras de madera a dos aguas. Sus muros, hechos de sillares de granito colocados en hiladas horizontales, reflejan la simplicidad de su diseño. En el exterior, el paso del tiempo y varias reformas han dejado su huella, especialmente en la adición de la sacristía y la eliminación de algunos detalles originales, como los canecillos románicos en ciertos sectores del templo.
La fachada occidental conserva una puerta con arquivoltas de medio punto, sencilla pero representativa del estilo. Además, los canecillos decorativos en forma de cabezas humanas, curvas de nacela y proa de barco añaden un toque de singularidad al conjunto.
En el interior, destaca el arco triunfal, un ejemplo de la transición al románico tardío. Este arco de medio punto, con capiteles decorados con motivos vegetales y geométricos, es una pieza de gran valor artístico. Aunque desgastados por los años, los detalles aún reflejan la habilidad de los maestros canteros de la época.