IglesiasUno de los templos de origen románico que podemos conocer en la comunidad gallega es el que se encuentra en el municipio de Rois, la iglesia de Santa María de Leroño. Hoy su aspecto es algo diferente al original, pero todavía son reconocibles algunos rasgos de su fábrica original.
Románico
El origen de la iglesia de Santa María del Leroño lo encontramos en el siglo XII. No es la única iglesia de esta localidad de Rois que es de origen románico, pero sí la que mejor conserva los restos de su etapa original en comparación a las demás de la villa.
La iglesia se encuentra en lo alto de una pequeña atalaya y entre algunas construcciones que hoy conforman el paisaje urbano de la aldea de Leroño. En el conjunto de la iglesia encontramos un cruceiro, la casa parroquial y el muro perimetral que cierra todo el espacio sacro.
Desde mediados del siglo XII se conservan ya los primeros manuscritos que hablan de la presencia de esta iglesia en Rois, un templo que ha ido sufriendo diferentes modificaciones a lo largo de los años hasta llegar a ser la iglesia parroquial que hoy en día sirve incluso como una magnífica balconada hacia el paisaje de la región en su cara oriental. El obispo Gelmírez era el responsable de esta región cuando se levantó el templo.
Características de la iglesia
La iglesia de Santa María de Leroño tiene planta longitudinal y una sola nave, con ábside cuadrangular. Hoy luce también una sacristía posterior a la de fábrica en su región norte.
Externamente podemos hablar de su colección de canecillos. Hasta 21 canecillos decoran el alero del tejado del templo desde el siglo XII. Diez de estos canecillos dan al sur, nueve están en la cara norte y dos han sido reutilizados en el muro del ábside. Son de tipología variada, pero destaca alguno por su diseño con forma de rostro humano o con formas animales que rompen con la estética geométrica de los demás.
Dentro de la iglesia destacamos la cabecera, donde el arco triunfal de medio punto levantado sobre columnados con motivos vegetales en los capiteles como parte de los restos que han llegado del románico hasta nuestros días. También son de la fábrica original una de sus puertas laterales y las ventanas.
Al margen de todo los románico conservado, el resto de la apariencia del templo se debe a sus diferentes reformas. La más importante de ellas es la que aconteció en los inicios del siglo XVIII, momento de construcción de la sacristía y de la fachada de Leroño. Todo ello da también un aspecto barroco al templo en convivencia con su románico original.
