Si eres un apasionado del arte románico y anhelas un rincón sereno cargado de historia, en la parroquia de Santo Estevo de Espasantes, en municipio de Pantón, hay una iglesia que te puede parecer más que interesante.
Siglo XIII
La Iglesia de Espasantes, que data del siglo XIII, aunque fue sometida a una reconstrucción en el siglo XVII, es un auténtico tesoro arquitectónico. Su estructura se compone de una nave de planta rectangular, con muros de mampostería de granito y piedras sepulcrales reutilizadas como sillares. La fachada presenta una portada adornada con una arquivolta de arista, y el tejado se eleva sobre canecillos ornamentados con motivos geométricos.
Pegado a uno de sus laterales se encuentra una sacristía y, en la cima de la iglesia, se alza una espadaña de dos vanos. En su interior, los visitantes pueden ver varios retablos engalanados con esculturas de gran valía.
Además de su esplendor arquitectónico, la Iglesia de Espasantes es el último reposo de una figura ilustre: el general Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, conocido como el Gran Duque de Alba. Este militar y político que sirvió a los reyes Carlos I y Felipe II, falleció en 1632 en Italia y, posteriormente, su cuerpo fue trasladado a la iglesia de Pantón, donde descansa en un sepulcro con una estatua orante.