La lonja de A Coruña se encuentra en el Puerto de la ciudad de A Coruña y es una de los más importantes de Europa. Los barcos llenos de pescados y mariscos de las rías gallegas descargan la captura del día directamente en la lonja.
Se pueden distinguir el edificio de la lonja de A Coruña por ser una larga edificación que se divisa fácilmente si entras en la ciudad por la Avenida Alfonso Molina, la principal vía de entrada a la ciudad herculina. Justo al llegar al viaducto en Linares Rivas, se puede ver a mano derecha.
Este espacio destinado para el uso de los profesionales del sector del mar, por lo que no se puede acceder a él si no cuentas con una acreditación o un permiso especial. La lonja en A Coruña es uno de los grandes motores económicos de la ciudad y sus instalaciones se llenan de vida día tras día entre los vendedores que llevan hasta allí sus capturas hasta los compradores que después pondrán esas capturas a disposición de locales particulares y profesionales. La vida después de mar tiene su segunda fase en lugares como la lonja de A Coruña, intermediario absoluto entre el mar y los platos de todos los amantes del buen pescado o el marisco.
El sistema de las subastas
La lonja tiene 8 salas, en ellas se despliegan cajas y cajas de marisco y pescado fresco. A cada lote se le da un número y se reseña la procedencia del pescado, que será la referencia para la subasta. Hay más de 30 casas subastadoras en las que confían los patrones y armadores de la ciudad para subastar sus capturas, algo que se hace a viva voz.
Las subastas en la lonja de A Coruña empiezan desde bien temprano por la sala 8 y los subastadores empiezan a cantar números. A su alrededor se amontonan los compradores y vendedores a la espera de que el lote alcance el precio más ajustado, en medio de voces y curiosas contraseñas reglamentadas. Los subastadores recorren los números de mayor a menor y los interesados en comprar pueden detener la subasta en cualquier momento en el que consideren que el precio es el oportuno para ellos. A partir de ahí, el comprador selecciona todo o parte del producto que se quiera llevar al precio que ha indicado y, si queda más pescado que vender, la subasta continúa hasta que se vende todo el lote. Los subastadores van pasando de lote en lote y de sala en sala hasta que se vende todo el pescado.
Las subastas arrancan ya desde las 6 o 7 de la mañana y a medida que van pasando las horas cada vez queda menos pescador por vender. Para cuando ya ha amanecido, apenas quedan los restos del pescado llegado durante la madrugada.
Como curiosidad, casi todo el mundo en la lonja en A Coruña lleva un bastón-garfio, imprescindible para mover las cajas, del barco a la sala de subasta y para llevar las cajas adquiridas al camión.
Vistas a la lonja
La lonja solo puede ser visitada por grupos con un permiso expreso que se debe autorizar en la web de la Autoridad Portuaria de forma gratuita.
Cabe decir que los mejores días para visitar la lonja en A Coruña son los martes y los jueves. El motivo no es otro que el aumento de las subastas. Todos los días, a partir de las 6.45 horas, se procede a la inauguración de las subastas del pescado de bajura, pero las capturas de la pesca de altura solo se subastan los martes y los jueves una vez concluye la subasta de bajura. Por este motivo, el día se prolonga más y hay más pescados que ver en estos días especiales.
Ni qué decir tiene que, los visitantes deben hacer todo lo que esté en su mano por empaparse de la cultura de mar y del noble oficio de la pesca viviendo una intensa jornada de subastas sin obstaculizar ni entorpecer a las personas que están allí trabajando.