El río Alvedosa, a su paso por Redondela, deja una hermosa cascada que conocemos con la Fervenza de Rachón. En la ribera de este río también encontramos un molino en estado regular de restauración.
Bella cascada, peor molino
El Alvedosa tiene que salvar un desnivel de unos 100 metros en su recorrido de medio kilómetro y por ello el salto de agua que se forma es de gran belleza. No se puede decir lo mismo de la belleza del molino, pues es un claro ejemplo del feísmo gallego fruto de una mala restauración en la que se utilizaron materiales incorrectos como el cemento o el ladrillo para restituir una estructura hecha en piedra, por lo que las formas actuales del viejo molino distan bastante de las originales.
Para llegar hasta el molino y la cascada hace falta es mejor dejar el coche en la carretera próxima (PO-250) y seguir por un camino que marca el tubo de agua que forma parte de la red de suministro de Vigo. El camino es de menos de un kilómetro.