El monasterio de la Magdalena se encuentra situado en Sarria, localidad de paso en el camino de Santiago por la que numerosos peregrinos tienen que caminar y sellar sus credenciales acudiendo a este edificio que data del siglo XIII y que debe su fundación al propio Camino.
La historia
El Convento de la Magdalena lo fundaron como hospital de peregrinos unos frailes italianos en el siglo XIII en un lugar de paso para los peregrinos a escasos 200 metros de la ruta hacia la catedral de Santiago.
Aunque se siga llamando monasterio, esto no se ajusta actualmente a la realidad, pues los religiosos que lo atienden no viven en el régimen de clausura, sino que pueden hacer vida extra muros mientras se compatibilice con la labor fundamental del cenobio; la atención a los peregrinos a la hora de sellar las credenciales.
El edificio fue objeto de numerosos cambios a lo largo de su historia tanto en sus funciones religiosas como en los otros usos que se le fue dando al edificio. En sus primeros años los monjes que gestionaban el templo estaban bajo la regla de San Agustín, siendo el primer asentamiento de esta Orden en Galicia. Los mercedarios se hicieron cargo de él a finales del s.XIX.
El crecimiento y desarrollo del templo fue posible gracias al apoyo de la nobleza y grandes familias de la comarca como los Condes de Lemos o el maestrescuela y canónigo de la catedral de Ourense, Nuño Álvarez de Guitián. También el obispo agustino fray Francisco Armañá y Font, fue uno de los grandes mecenas del templo.
Entre medias, con la Desamortización de Mendizábal, el edificio fue transformado en cárcel y cuartel.
¿Cómo es el monasterio?
De la construcción original del s.XIII sólo quedan fragmentos, como la puerta románica por la que se entra al claustro.
La iglesia que forma parte del monasterio es de una nave y con cubierta de madera y de estilo italiano propio de los siglos XIV y XV. Los principales focos de atención en el interior son la capilla mayor y la capilla de San Cristóbal. La primera es una obra del XVI muy ornamentada y exuberante en la que se aprecian señales de estilos como el gótico, el renacentista o el manuelino.
El claustro del monasterio tiene dos alturas se encuentra al norte de la iglesia. La primera planta data del siglo XVI y es de estilo románico de transición al gótico y años después se levantó una segunda altura superior en un estilo diferente que hoy ha quedado bastante más difuminado por las alteraciones modernas.
Si nos vamos hacia el exterior del cenobio tenemos que destacar la fachada del edificio. Esta construcción es más moderna que lo anteriormente citada y la portada actual junto con la torre campanario y el pórtico principal son obras que se sucedieron a lo largo del siglo XVIII en un marcado estilo barroco. José Cachafeiro Escudero Fajardo fueron los autores de las remodelaciones exteriores.