Bosques, Sierras y Montañas
Miradores
Merenderos y Áreas RecreativasEl Monte de San Roque se encuentra en el ayuntamiento de Viveiro. En él encontramos un gran mirador a 453 metros sobre el nivel del mar que permite obtener una visión completa de toda la ría y las localidades que baña. Es uno de los puntos más visitados de la ciudad por su belleza y lugar de instalación de un área recreativa.
El mirador de San Roque
Como ya hemos dicho, el lugar más destacado del Monte de San Roque es el balcón natural hacia el mar desde el que disfrutar de las mejores vistas de la localidad. Este mirador nos ofrece una bella panorámica de toda la ría, la marisma del Landro, el puerto de Celeiro y toda la ciudad de Viveiro.
El mirador de San Roque está perfectamente complementado con una magnífica área recreativa con mesas y bancos de piedra y asadores. La ermita del santo y una reserva de gamos incrementan su atractivo. Hasta el mirador se puede llegar en un cómodo paseo de unos 4 kilómetros desde el centro de la villa.
En la falda del monte tenemos el Souto das Nogueiras donde se celebran las típicas "sardiñadas" durante las fiestas.
La ermita del Santo
La ermita del Santo o Capilla de San Roque se encuentra pegada al mirador y es una iglesia que fue levantada durante el siglo XVI y arreglada el pasado siglo XX. Es el homenaje del pueblo de Viveiro al Santo patrón que libró a Viveiro de la peste negra durante la época medieval. La ermita es lugar de romería cada 16 de agosto, día de San Roque, en el que se hace una procesión y misa en honor al patrón.
La iglesia está levantada en piedra y tienen una sencilla fachada en la que el relieve de San Roque ocupa una posición central encima de la puerta principal. En lo alto podemos ver una pequeña espadaña con una campana. Junto a la ermita encontramos también un cruceiro y un hórreo tradicional.
La leyenda del Monte de San Roque
Una de las cosas que más llaman la atención el monte de San Roque es la ausencia de rocas en él. Para este fenómeno en la zona tienen su propia leyenda vinculada, como no, a la figura del propio San Roque.
Según las creencias populares el hecho de que el Monte de San Roque esté limpio de piedras en contraposición al Monte de Castelo que se encuentra en frente del mismo se debe a una disputa entre San Roque y San Martiño. San Roque, enfadado con Martiño arrojó todas las piedras a desde su monte al de Castelo, donde está ubicada la ermita en honor a San Martiño.
