Una de las construcciones más singulares de Caldas de Reis se encuentra en la zona de Segade, a dos kilómetros del centro urbano. Se trata de un antiguo puente romano de un único arco y que está datado del primer siglo de nuestra era, si bien la estructura fue objeto de una importante remodelación en el siglo XVIII que le da su aspecto actual.
Un puente de arco único
El Puente Romano de Segade, también conocido como puente de A Baxe. Es un puente de piedra de calzada irregular y estrecha, con un arco cuya luz alcanza hasta los catorce metros y medio.
Al puente se llega por medio de unas escaleras de piedra situadas junto a él. Desde el mismo se puede disfrutar de las vistas del río Umia que cruza y las de la Fábrica de la Luz, ruinas de una antigua central hidroeléctrica que se encontraba en Segade funcionando hasta 1955.
Los romanos levantaron este puente durante el siglo I, pues por este municipio pasaba una antigua vía romana que comunicaba Tui con Caldas. Se cree que esta era la conocida como vía XIX y que relacionaba las provincias romanas de Asturica y Bracara.
Reconstrucción en el XVIII
En el año 1729 el puente fue objeto de una profunda remodelación a cargo del párroco de Santo André de Cesar, Nicolás Llamas. La apariencia actual de la construcción se la debemos realmente a esta actuación que en un principio fue recordada con un cruceiro junto al puente, una pieza que hoy ya ha desaparecido para ser reubicado en el atrio de la iglesia de San Andrés.
Así las cosas, apenas se pueden encontrar rasgos del primitivo puente romana fruto de esta remodelación, que más bien fue una reconstrucción que un arreglo. En el año 2008 el puente fue de nuevo objeto de actuación con una remodelación hecha con el objeto de mejorar su estado de conservación y accesos.