La ruta de Monte Boi rodea la fortaleza de Monterreal, es un recorrido por la costa que permite bordear el recinto amurallado del castillo y también penetrar en el interior de la fortaleza para descubrir los encantos de este lugar que hoy es uno de los más singulares paradores nacionales de toda España.
Comenzamos en la Torre del Reloj
La ruta arranca desde la Torre del Reloj, junto a la Puerta Real. A lo largo de este paseo nos encontraremos con pinares y zonas de descanso con sombras, miradores y bancos como la de A Figueira, playas y también zonas de relevancia histórica para la villa de Baiona.
En este recorrido por la península de Monte Boi nos encontramos con cuatro playas.
En el lado oeste está la playa de Ribeira en donde se encuentra en su paseo el Pozo de Aguada del siglo XV que fue el lugar en donde se abastecieron de agua la tripulación de la carabela La Pinta. Continuando con nuestra ruta llegamos a la playa Barbeira, situada entre el muelle deportivo y las instalaciones del Club de Yates. En el lado Este se encuentra la playa de los Frades que se llama así porque allí los frailes del convento franciscano de la fortaleza iban a bañarse, y a continuación se encuentra la playa de Cuncheiro.
A lo largo de esta ruta también podremos observar el monumento del "Encuentro entre dos Mundos" que está próximo al lugar donde fue enterrado el primer indígena llegado de América. También podremos ver el "Monolito a la Arribada" que fue construido en el año 1965, y es una roca de 5 metros de altura y en una de las caras aparece la imagen de una carabela y también contemplaremos el "Azulejo a la Arribada" compuesto de 180 piezas que representan las rutas seguidas por la carabela La Pinta y La Niña en su regreso del Nuevo Mundo.
Ruta semiurbana de dificultad baja
Lo importante de la ruta del Monte de Boi es que se trata de una ruta semiurbana, con todas las facilidades que eso conlleva a nivel servicio y aparcamiento próximo, y que es apta para casi todo el mundo. Se trata de un paseo ligero de dificultad baja que pueden hacer tanto adultos como personas mayores o niños.
El recorrido, en su parte externa, tiene alrededor de 3 kilómetros si solo nos ceñimos a los senderos del Monte Boi, pero conviene volver a recorrerlo todo en sentido contrario por la parte superior de las murallas para así contemplarlo todo desde otra perspectiva y disfrutar con las vistas de la zona tanto al mar como al interior del reciento amurallado. Para acceder a esta zona interior se debe pagar un euro en concepto de entrada. Es un recorrido que en total tiene menos de 6 kilómetros de longitud y cuyo desnivel es muy escaso.