Para los apasionados de la historia, la naturaleza y la vida tradicional, explorar los Molinos de Pereiro de Aguiar es un imperdible viaje al pasado. Estos remanentes de construcciones hidráulicas, emplazados a lo largo del río Loña en la provincia de Ourense, se remontan a los siglos XVIII y XIX, manifestando la importancia del cereal en la región, tanto en la dieta como en la economía local. Representan, además, un testimonio vivo de la sabiduría popular y la ingeniería que emplearon para aprovechar la fuerza del agua y moler los granos.
Una ruta para conocer los molinos
Los Molinos de Pereiro de Aguiar no solo representan un valioso patrimonio histórico y cultural, sino también una belleza natural y un encanto rural incomparables. Esta incursión en el pasado nos sumerge en una forma de vida y trabajo ya desaparecida, dejando una indeleble huella en el paisaje y en la memoria colectiva. Una visita que vale la pena, para sumergirse en la riqueza de la historia y la naturaleza.
La experiencia de conocer los Molinos de Pereiro de Aguiar se materializa a través de una ruta señalizada de alrededor de 15 kilómetros, siguiendo el recorrido del río Loña, desde el embalse de Cachamuíña hasta el de Castadón. Este recorrido, ideal para caminatas o paseos en bicicleta, brinda la oportunidad de sumergirse en el paisaje fluvial, adentrarse en los bosques de ribera, observar la fauna y flora nativa, y descubrir diversos elementos etnográficos a lo largo del trayecto, como puentes, presas, lavaderos y fuentes.
A lo largo de la ruta, se atraviesan cinco molinos restaurados y adaptados para mostrar su funcionamiento y su rico bagaje histórico. Cada uno posee un nombre particular, vinculado a las familias que los utilizaban o a alguna característica distintiva.
Los molinos
El molino do Faba, es el más antiguo. Conserva su cubierta de paja, mientras que el molino do Orentino, el más grande, destaca por su mayor capacidad de molienda. El molino do Pote, el más pequeño con una sola muela; el molino do Potillón, el más moderno con sistema eléctrico; y el molino do Cura, el más próximo al embalse de Castadón con una presa de hormigón, completan esta fascinante travesía.
Los molinos permiten una visita detallada tanto por dentro como por fuera, revelando el mecanismo integral que los ponía en marcha. Desde la presa, el canal, el rodicio, el eje, la muela, el tollo hasta el terminado, se desentraña el proceso de molienda. Se puede observar cómo se almacenaba el grano, la regulación del agua, la limpieza y tamizado de la harina, y hasta cómo se pesaba y distribuía el producto final. Además, en cada molino, paneles informativos detallan su historia, arquitectura y su impacto en la sociedad y cultura de su tiempo.