Uno de los monumentos más destacados del municipio de O Bolo, en Ourense, es la iglesia conocida como Santuario de Nuestra Señora de las Ermitas. Es un templo religioso levantado en el siglo XVIII y que está considerado como Bien de Interés Cultural desde el año 2006. El santuario es lugar importante a nivel turístico durante las celebraciones de Semana Santa.
La Santa de la sanación
La historia del Santuario de Nuestra Señora de las Ermitas no se conoce sin vincularla a la de la imagen de la Virgen, a quien se le atribuyen poderes curativos. La citada imagen fue descubierta en una cueva por unos pastores en el siglo XIII, si bien se considera mucho más antigua que la fecha en la que fue descubierta, se habla incluso de 500 años más.
La imagen representa a la Virgen con el niño en brazos y estaba escondida en una cueva, se cree, para ocultarla en la época de las incursiones musulmanas en España. Los pastores llegaron hasta ella luego de explorar la zona para entender el motivo de por qué su ganado sanaba de forma inexplicable cuando entraba en la citada gruta.
El descubrimiento de la imagen y la noticia de sus propiedades curativas hizo que se levantase junto a la cueva en la que fue descubierta una pequeña ermita para dar cobijo a la Virgen.
Historia del santuario
El Santuario de Nuestra Señora de las Ermitas se construyó por orden del obispo de Astorga, Alonso Mejía de Tovar. El motivo de este mandato fue experimentar en sus propias carnes el milagro de la curación de la Santa Imagen de Las Ermitas en 1624. Se inició a partir de ahí toda una vertiente de creyentes y devotos a la Santa que convirtió la pequeña ermita de O Bolo en un lugar de peregrinaciones importante.
Con el aumento de la popularidad del templo se hizo importante una ampliación de la ermita y en fue el sucesor de Alonso Mejía, Fray Nicolás de Madrid, quien proyectó la ampliación del templo.
La construcción partió del templo original de una sola nave y éste se le fueron añadiendo las dos torres, la Capilla Mayor y las dos naves norte y sur. La fachada fue levantada entre 1713 y 1726 por Juan Martínez Pita y posteriormente se construyó el Via Crucis. Se habla de la fachada como uno de los mejores ejemplos del barroco en Galicia.
La imagen central del templo es la talla de la Virgen de As Ermitas, una imagen medieval de entre los siglos XIII y XIV hecha en madera policromada y de 58 centímetros de alto. La imagen fue modificada y le retiraron las manos y el niño que portaba originalmente para convertirla en imagen de vestir. Posteriores modificaciones de la talla le añadieron pelo y corona de plata para hacer la estructura, que hoy luce en el retablo de la iglesia, más vistosa y llamativa.
El Via Crucis
Si los milagros de la Santa eran los que en el pasado atraían a los devotos y peregrinos hasta O Bolo, hoy lo hace el atractivo turístico del Via Crucis del templo, una obra de 1730. Éste fue construido por inspiración del que ya existía en el templo del Bom Xesús do Monte de Braga.
El Via Crucis está compuesto por 15 capillas que albergan en su interior 62 estatuas que representa la Pasión de Cristo. Estas obras figurativas son únicas en su género y se quedó solo en un parte del calvario que inicialmente estaba proyectado en la idea de transformar el pequeño templo de Nuestra Señora de las Ermitas.