El yacimiento arqueológico de Punta dos Prados se encuentra a seis kilómetros del núcleo urbano de Ortigueira. Se trata de los restos conservados de las fortificaciones celtas que se construyeron en el pasado para proteger la zona ante las incursiones por vía marítima, pues se encuentra muy próximo a la costa.
Un poblado anterior a nuestra era
Se estima que la población que permaneció en el Castro celta del Punta dos Prados estuvo ocupando el lugar entre los siglos IV antes de Cristo en su etapa prerromana y, ya con presencia romana en la zona, hubo una segunda etapa de población durante los dos primeros siglos de nuestra era.
La construcción sigue una línea defensiva estratégica desde varias perspectivas. En primer lugar, tenemos que hablar del lugar escogido para para levantar el castro, el istmo de una península que se levanta sobre la costa a unos 20 metros y que permite tener una buena visión panorámica del entorno y aprovechar el acantilado como una primera línea defensiva natural. La zona amurallada es la que ocupa por lo tanto el istmo y se distingue fácilmente la típica estructura del castro marítimo con dos fosos en forma de U y una muralla doble de piedra.
Este emplazamiento estratégico incluso ha hecho en el pasado más reciente que el lugar fuese empleado para colocar en él unidades defensivas de artillería, motivo por el cual se construyó una rampa de acceso y un aterrazamiento en la zona en el siglo XVIII.
Conservación
El actual Castro cubre una superficie aproximada de una poco pocas de una hectárea y la estructura defensiva es lo que mejor conservado está, pues lo que era la zona habitacional del castro ha quedado bastante deteriorada. Estudios realizados tras el descubrimiento del lugar han dictaminado que el tamaño de esta pequeña población celta costera podría ser el doble de grande de lo que hoy se conserva. Todo indica que la zona residencial estaba únicamente detrás de la doble muralla, hacia el interior de la península.
La erosión y la acción del mar en la zona no ha impedido que se encontrasen restos arqueológicos de importante valor en el lugar. Así, se han podido rescatar de la zona restos de un horno y piezas de cerámica de los habitantes que poblaron el castro costero. También aparecieron algunos trozos de cerámica romana y materiales metálicos de función bélica como restos de armaduras, clavos, puntas, etc..
El descubrimiento del horno, que hacia las veces de sauna, es especialmente significativo por su forma. Y es que otros hallazgos similares han permitido encontrar piezas de forma cuadrangular en Galicia o rectangular en Portugal, pero nunca antes con esa característica arquitectura semicircular que tiene la del yacimiento de Punta dos Prados.