+ planesEn la Edad Media Ourense se convierte en Sede Episcopal construyéndose en la ciudad gran cantidad de templos alrededor de la Catedral y la Plaza Mayor, cada uno de una orden destacada y cuyo valor arquitectónico merece detenerse y es motivo de rutas turísticas relevantes que ponen en valor el poder y atractivo de la ciudad de As Burgas.
Iglesia de Santa Eufemia
Está situada en el centro del casco antiguo de la ciudad. Fue construida por los Jesuitas en 1653 y pasó por reformas y añadidos posteriores entre los siglos XVIII y XIX, lo que contribuyó a dar forma a su aspecto actual. Cuenta con una planta de cruz latina con tres naves longitudinales y dos laterales, la fachada está compuesta por dos cuerpos de columnas que enmarcan la hornacina. En el Altar Mayor se encuentra la imagen del Cristo de la Esperanza del siglo XVIII.
Iglesia de los Franciscanos
Fue construida en el siglo XIV en el alto de la ciudad, trasladándola posteriormente en el año 1929 piedra a piedra hasta el parque de San Lázaro. En la fachada principal destaca el rosetón del cuerpo superior y en el inferior dos contrafuertes que delimitan una arquivolta triple.
Claustro de San Francisco
Se trata de un claustro que no cuenta con capilla ni iglesia. Es lo que queda del antiguo convento franciscano que años después, desde 1984, fue utilizado con fines militares. De él destacan sus numerosos arcos. De estilo ojival, tiene 63 arcos apuntados sobre columnas gemelas, cuyos capiteles románicos presentan las más variadas formas.
Iglesia de Santo Domingo
Construida por los dominicos a mediados del siglo XVII, aunque no se acabó de construir hasta bien entrado el siglo XIX. La Iglesia es de estilo renacentista, tiene planta de cruz latina con una sola nave longitudinal cubierta con bóveda de crucería. La fachada tiene una portada enmarcada por pilastras sobre las que se sitúa un frontón de escudo circular con corona real. En su interior podemos contemplar el altar mayor barroco y otros retablos de gran interés.
Iglesia de la Santísima Trinidad
Fue construida en el Siglo XII, aunque las reformas posteriores en los siglos XV y XVI le dan su aspecto actual. De planta basilical finalizada en ábside poligonal, destaca la capilla mayor, cubierta con bóveda de crucería con clave muy decorada. La fachada principal tiene triple arquivolta y arcos apuntados que arranca con columnas de fuste liso y capiteles de variada decoración. Los contrafuertes y torreones del exterior le dan un cierto aspecto de fortaleza.
Iglesia de Santa María Madre
Es una obra del siglo XVIII de estilo barroco. En ella se conservan algunos restos de un templo altomedieval que pudo pertenecer a la primitiva catedral, como son las columnas de la parte superior de la fachada barroca.
Ermita de Nuestra Señora de los Remedios
Construida en el siglo XVI. En su fachada se encuentra la imagen de la Virgen, sobre una portada de estilo plateresco.
Capilla del Santo Cristo
En ella se venera la imagen del Santo Cristo que fue traído a esta población por el Obispo Pérez Mariño a principios del siglo XIV. El retablo posterior de la capilla fue realizado por Castro Canseco a finales del siglo XVII.
Capilla de Os Remedios
Se trata de una pequeña capilla que se encuentra pegada al Puente Mayor. La capilla, junto con el puente, forman un Conjuntos Histórico Artístico Nacional. Fue construida en el Siglo XVI aunque un incendio reciente, en el año 2010, la dejó parcialmente destruida. Se perdió la talla de la Virgen de los Remedios que había en su interior. Esta talla fue reelaborada en base a la original del siglo XVI y se encuentra ahora en la iglesia parroquial de María Auxiliadora.
Iglesia de As Caldas
Se encuentra situada a orillas del río Miño. Es una construcción más recuente, pues data de 1925 y lleva la firma del arquitecto José María Basterra. Situada en el barrio de A Ponte tiene un estilo neogótico y cuenta con tres naves; una central y dos laterales sin crucero. El retablo, de madera y en detalles dorados, es obra del escultor Magariños y está presidido por el apóstol Santiago.
Todos estos monumentos arquitectónicos religiosos, junto a la catedral de Ourense, forman un enclave religioso que le da personalidad y entidad a la ciudad ourensana. No hay que olvidarse tampoco de otros enclaves a tener en cuenta como la Capilla del Portovello o el Cementerio de San Francisco.
