El Castelo da Rocha Forte es un castillo en ruinas ubicado en la parroquia de Conxo de Santiago de Compostela. Actualmente, el castillo es un yacimiento arqueológico en el que se encuentra en proceso de excavación uno de los castillos medievales más emblemáticos de la mitra compostelana.
Siglo XII
Este castillo fue mencionado por primera vez en documentos escritos de 1253, pero probablemente fue construido antes. La construcción del castillo se le atribuye al arzobispo Xoán Arias. Durante varios siglos, el Castelo de Rocha Forte fue utilizado como residencia del arzobispo.
Entre los siglos XIII y XV, tiempos en que los arzobispos de Santiago gobernaban la región, el Castelo da Rocha Forte fue un símbolo del poder del clero. Además, desde la puerta de entrada del edificio se controlaba todo el comercio que llegaba a la ciudad procedente del sur.
Otra personalidad importante dentro de la historia de esta fortaleza fue el nombrado arzobispo Berenguel de Landoria, personaje polémico que no fue aceptado por muchos burgueses dado su origen francés. Berenguel fue protagonista del asesinato de parte de los nobles compostelanos que formaban parte de su oposición para así acabar con la beligerancia hacia su persona. Durante su periodo de mandato en el castillo se levantó la torre Berenguel de la Catedral de Santiago y otras torres del propio Castelo da Rocha Forte que ya no están en pie.
En 1467, el recinto fue completamente destruido durante las revueltas irmandiñas, dejando el periodo de ocupación en un periodo de tiempo de poco más de dos siglos entre el año 1240 y el 1467. Aun hoy se pueden encontrar por el entorno del castillo algunas de las grandes piedras que se utilizaron para cargar las catapultas con las que se derribó el castillo.
El Castillo en la actualidad
El Castelo da Rocha Forte, uno de los más castigados por las Revueltas Irmandiñas ya nunca recuperaría su esplendor al no ser reconstruido como sí ocurrió con otras fortalezas gallegas. Se dice que en el pasado siglo sus ruinas fueron incluso lugar de fusilamientos en el contexto de la Guerra Civil y la represión franquista o sirvió de escondite a los huidos del franquismo.
En torno al cambio de milenio este lugar fue recuperado para su investigación y aun hoy en día continúan los trabajos y sondeos arqueológicos en un castillo que durante su época de máximo esplendor llegó a ser el más poderoso y grande del reino de Galicia.
Desde los años 2000 los historiadores han podido conocer más sobre la anatomía de la fortaleza. Su planta se mantiene en buen estado, con dos murallas defensivas concéntricas y una torre del homenaje en el centro del castillo. También se han encontrad restos de los muros, dos fosos de tres metros de profundidad e incluso la base de otra torre de planta circular.