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Descubre Vilamartín de Valdeorras Que ver y que hacer en Vilamartín de Valdeorras (11)

Descubre que ver y que hacer en Vilamartín de Valdeorras y los lugares mágicos que no te puedes perder. Información detallada, localizaciones y mucho más.

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Que ver y hacer en Vilamartín de Valdeorras un sitio de referencia para los amantes del vino

Vilamartín de Valdeorras, en la provincia de Ourense, ofrece un paisaje impresionante y una rica herencia cultural. Entre sus montes y viñedos, se pueden disfrutar rutas de senderismo, monumentos históricos y una exquisita gastronomía. Este concello, en pleno corazón de la Ribeira Sacra, invita a conocer su historia, naturaleza y tradiciones. Si estás de paso por la comarca de Valdeorras y quieres conocer este municipio a fondo, estos son todos los lugares de Vilamartín de Valdeorras que debes conocer. Toma nota.

De castillos a cuevas, pasando por pazos

Empezamos nuestra ruta turística por Vilamartín de Valdeorras desde el Castillo de Torre Penela o Pazo de Arnado. Este es un destacado edificio civil del siglo XIX. Construido por Pedro Sanjurjo, Conde de Penela, comenzó en la segunda mitad de ese siglo, pero el promotor falleció antes de verlo terminado en 1920. Posteriormente, la familia Iglesias Naya asumió su gestión. En 2016, el pazo fue vendido y en 2020 adquirido por un grupo empresarial para ser convertido en bodega. El conjunto, de 1300 m², incluye dos torres, un túnel y una capilla privada, rodeado por 30.000 m² de terreno.

La siguiente parada en esta ruta de que ver en Vilamartín de Valdeorras la haremos en unas curiosas cuevas con son seña de identidad no solo de este concello, sino de toda la comarca en general. Las bodegas-cueva son pequeñas construcciones adaptadas para la conservación del vino. Estas bodegas, que suman cerca de 50, son esenciales para la economía vinícola local. Cada mes de agosto, se celebra una fiesta en honor a las Covas de Vilamartín, con una ruta que recorre las bodegas, donde los coveiros destacan el vino de la región. Este evento ha sido una tradición durante más de dos décadas en la zona de Valdeorras, que cuenta con su propia Denominación de Origen.

Continuamos ahora conociendo otro interesante edificio civil de la localidad. La Casa Grande de Portela es un pazo histórico de más de 250 años, propiedad de la familia Bustillo Quiroga, descendiente del Conde de San Martín de Quiroga. Este edificio de piedra de dos plantas y 1.800 m², con un patio central y una torre en su fachada, ha sido reformado para albergar eventos privados. Rodeado de una hectárea de jardines, ofrece un ambiente único para bodas, celebraciones y eventos empresariales, con servicio de catering especializado.

Enoturismo en Vilamartín

Antes ya hablamos de las famosas cuevas-bodega de Vilamartín de Valdeorras y ahora seguiremos con las bodegas. Y es que este concello, como toda la comarca en general, es atrayente por sus opciones de enoturismo.

Vilamartín de Valdeorras, capital del vino de la región, alberga la sede del Consejo Regulador de la DO Valdeorras y nueve importantes bodegas. Sus viñedos, situados en las laderas del río Sil, producen los reconocidos godellos y mencías. Bodega D´Berna, Adega Avelina o Bodegas Santa Marta son solo algunos ejemplos de bodegas locales.

Patrimonio religioso de todas las épocas

Si nos fijamos en el patrimonio religioso local, también hay mucho que ver en Vilamartín de Valdeorras. Empezaremos en el Convento de Correxais, una antigua construcción monacal del siglo XVIII, fundada por los Trinitarios Descalzos. Inaugurado en 1727, fue un importante centro espiritual y educativo. Su decadencia comenzó tras las desamortizaciones de Mendizábal, lo que provocó su abandono y ruina. Aunque hoy en día está en ruinas, en su época también sirvió como escuela rural. La iglesia de San Pedro, que forma parte del conjunto, aún recuerda la importancia de este antiguo convento en la historia religiosa de la región.

Tampoco nos podemos dejar sin conocer la iglesia de San Julián da Portela, uno de los templos más antiguos de la región, con orígenes en el siglo XI y una estructura románica que data del siglo XIII. Con una nave única y presbiterio elevado, conserva detalles originales como su mampostería de granito y los marcos de puertas de piedra roja. Su torre tronco piramidal, añadida posteriormente, destaca en la fachada oeste. Aunque cerrada la mayor parte del año, la iglesia alberga valiosas pinturas, como una del siglo XVI en el muro meridional, y un artesanado pintado en el techo, representando motivos vegetales.