Galicia es una comunidad de preciosos faros y cabos en los que se encuentran. En la localidad de Ponteceso nos encontramos precisamente con uno de los más bellos de la costa gallega, el Faro Roncudo, localizado en el cabo que lleva el mismo nombre. Es uno de los lugares destacados de la Costa da Morte.
Un faro centenario
El Faro de Roncudo tiene más de un siglo de antigüedad, pues fue levantado en el año 1920 con una línea arquitectónica austera y sencilla. Mide 11 metros y se alza en un color blanco inmaculado en un paisaje accidentado de rocas de granito. El faro es muy parecido al que también encontramos en Laxe.
Desde la punta del cabo Roncudo se disfrutan de unas grandes vistas de lo que se conoce como la Ría de Corme y Laxe y, al fondo, la inmensidad del horizonte del océano atlántico. El faro se encuentra a unos 1,500 metros de la aldea de Corme.
El cabo de Roncudo se localiza en una zona donde el viento y el oleaje son una constante y de ahí su curioso nombre. Se alude a esta zona como Roncudo en reconocimiento de ese ruido que el mar hace batiendo contra las rocas y los acantilados del lugar.
Zona de marisqueo
Las peculiaridades del terreno, las rocas y el mar hacen de la zona de Roncudo una de las más populares para el marisqueo de percebes en Galicia. No es fácil la recolección de este preciado fruto del mar y los percebeiros se juegan la vida cada vez que bajan hasta las rocas a tratar de llenar sus bolsas de este preciado marisco. El percebe de Roncudo ocupa un lugar destacado en la demanda de los amantes del buen marisco, pues está considerado como el más famoso y sabroso percebe de toda Galicia. No en vano, desde el año 1992 se celebra en esta zona la fiesta gastronómica en honor al percebe que atare a gentes de toda Galicia y España a probar este conocido producto durante el mes de julio.
Como ya hemos dicho, Roncudo es una zona peligrosa en la que el viento y el oleaje dificultan en exceso las labores a los percebeiros. No es de extrañar entonces encontrar en el cabo algunas cruces de piedra ancladas a las rocas en recuerdo a los valientes mariscadores que se jugaron la vida en su profesión con trágicas consecuencias. La tragedia en costa con los percebeiros se une también a la marítima, pues esta peligrosa zona de la Costa da Morte ha sido también escenario de algunos naufragios.