Enclavada en el poco conocido municipio de Aranga, la Iglesia de San Cristovo de Muniferral es un testimonio vivo del pasado medieval de Galicia. Este templo, con su aire sencillo y lleno de encanto rural, combina la solidez de la arquitectura románica con reformas que han moldeado su aspecto actual.
Iglesia del siglo XIII con posteriores reformas
El edificio original presenta una planta de nave única y ábside rectangular. A lo largo de los años, se realizaron diversas modificaciones que incluyen la remodelación total de su fachada occidental, la incorporación de una sacristía en el muro norte y la transformación parcial del ábside, fechada en el siglo XIX. A pesar de estas intervenciones, se han respetado elementos tradicionales románicos, como los canecillos decorativos que sostienen el alero, algunos de ellos con formas geométricas y detalles únicos, como una cabeza de bóvido de rasgos estilizados.
Otro detalle curioso es la cruz de piedra inscrita en un círculo, ubicada en el piñón de la nave, que se asemeja a las de otras iglesias románicas de la región. Este elemento, junto con los modestos canecillos y la ausencia de ornamentación figurativa, sugiere que el templo fue construido a inicios del siglo XIII.
La iluminación interior es proporcionada por estrechas saeteras que rompen la solidez de los muros. En la nave sur, destaca una puerta adintelada y ventanas de diferentes tamaños rematadas en arcos de medio punto, elementos que evocan la simplicidad del diseño románico. Por dentro, la iglesia conserva una armadura de madera en el techo, mientras que la capilla oculta bajo un falso techo alberga un pequeño retablo.