La Iglesia de los Franciscano de Ourense es un templo religioso del siglo XIV que encontramos en la ciudad junto al parque de San Lázaro y que en su origen formó parte del convento de San Francisco ubicado en lo alto de la ciudad.
¿Cómo es la iglesia de los franciscanos?
La iglesia de San Francisco se levantó durante el siglo XIV en Montealegre y consta de una sola nave. Su fachada gótica llama la atención en un lugar rodeado edificaciones más modernas. De ella lo más llamativo es la decoración de los capiteles y la figura de un gaitero que la decora.
Un rosetón luce en la parte alta de la fachada y bajo él una gran portada con triple arquivolta y motivos vegetales en sus arcos apuntadas. La portada está enmarcada entre dos contrafuertes y sus columnas son de fuste liso y estriado con los capitales fitomorfos y también con formas de animales y antropomorfas como la ya antes citada imagen del gaitero.
En su interior vemos que la cubierta está recubierta en madera. Son importantes también dentro del conjunto de este templo los sepulcros góticos que podemos ver bajo su techo y que datan del siglo XVI. Estos sepulcros pertenecen a algunas de las familias más poderosas de la época en la comarca como la Noboa, la familia de los Cadórniga o la de los señores de Maceda. Los escudos y blasones nobiliarios de cada familia se pueden distinguir en la labra de los sepulcros.
Una nueva ubicación
La actual iglesia que conocemos en la calle Xaquín Lorenzo no se encuentra en la ubicación original del templo, sino que es una reconstrucción piedra por piedra de la que originalmente se encontraba junto al cementerio y el monasterio de San Francisco del que hoy solo queda el claustro.
Por recomendación e insistencia del Padre Calonge, el traslado se realizó en el año 1929, tratando de respetar al máximo la estética de la vieja iglesia, por lo que el traslado se hizo piedra a piedra. No fue un traslado integral, ya que uno de sus laterales sigue todavía hoy en la ladera de Montealegre junto al cementerio. Principalmente fue la cabecera y la portada las que fueron llevadas al antiguo Campo de la feria de San Lázaro en unos trabajos que no se dieron por acabados hasta que en 1955 se concluyó la fachada occidental de la iglesia.