La Plaza de la Magdalena se encuentra situada en la ciudad de Ourense. Es un enclave de la villa que está encuadrado entre la Catedral de la ciudad y la Iglesia de Santa María Madre. En el pasado esta plaza acogía una capilla que pertenecía al conde de Amarante, un templo que hoy ya está derribado. Es precisamente este desaparecido templo el que da nombre a la plaza.
La característica forma que tiene esta plaza se debe probablemente a que ésta fue configurada en primera instancia para funcionar como el claustro de la Iglesia Santa María Nai.
Otra de las señas de identidad de esta emblemática plaza ourensana es su pavimentado. Los cantos rodados forman parte de la estructura del suelo de este enclave, un tipo de suelo que es común en otros lugares de la zona histórica de la ciudad de As Burgas. El motivo de usar este tipo de suelo tiene su origen en la abundancia de este material fruto de la cercanía de ríos como el Miño. Así, el pavimento, cortado por losas más claras que actúan de pasillo liso le dan al suelo un aspecto de relieve con dibujo geométrico como si fuera un mosaico.
Un pasado como cementerio
En la antigüedad en esta plaza situada en el casco histórico de Ourense era un cementerio. Prueba de ello son las lápidas medievales que se pueden ver en el lugar, algunas de ellas con fecha del siglo VI y que se pueden localizar apoyadas en la pared de la iglesia.
Más tarde, ya perdiendo su uso como zona de sepultura a los muertos de la villa, esta plaza fue utilizada para dar acogida a un mercado de frutas.
Un cruceiro de 1718
Situado en el centro de la plaza se puede ver un cruceiro que data de 1718. Se trata de una construcción hecha en granito y que tiene las figuras de Cristo y la Dolorosa. La Virgen está apoyada en ángeles y el Cristo en una calavera y tiene cuatro medallones que rodean a la Virgen. El capitel es troncopiramidal y el fuste con sección poligonal. La base es también troncopiramidal con relieves y una inscripción. Toda la estructura se apoya en tres escalones de planta cuadrada y en su base se puede leer la siguiente inscripción: “Por la cyudad se Yzo este crucero y campo siendo Corregidor el Ldo. Bernardo Patricio de Arce y Obregón. 1718”.
El cruceiro es de estilo barroco y, como tantas otras piezas históricas de la ciudad, no se encuentra situado en el lugar en el que fue primeramente instalado. En este caso, el cruceiro de la Plaza de la Magdalena se encontraba primeramente puesto en un espacio cercano a lo que es el Puente Mayor.