En la aldea de Vileiriz, al norte de O Páramo, se encuentra la Iglesia de San Salvador, un ejemplo de la arquitectura románica como hay varios en este municipio. Este pequeño templo está rodeado de un atrio-cementerio, delimitado por un sencillo muro de piedra, lo que refuerza su atmósfera histórica y espiritual.
Estructura románica intacta
La iglesia, que data de finales del siglo XII, destaca por conservar su estructura original, aunque ha recibido algunas modificaciones a lo largo del tiempo, como la incorporación de una sacristía en su ábside y una espadaña barroca que corona su fachada. Su planta sigue el diseño clásico de nave única y cabecera rectangular, con un ábside más reducido que genera un interesante juego de volúmenes visibles desde el exterior.
El granito local empleado en sus muros, cuidadosamente tallado y dispuesto en hiladas horizontales, resalta la sobriedad del románico. Las pequeñas saeteras que perforan las paredes, junto con una elaborada portada principal adornada con arquivoltas y capiteles decorados con motivos vegetales, muestran la delicadeza y funcionalidad de su diseño medieval.
En el interior, los detalles también sorprenden. El arco triunfal que conecta la nave con el ábside está adornado con columnas y capiteles cuidadosamente trabajados. Aunque sencillo, este espacio transmite la serenidad y el misterio propios de los templos románicos.