El Puente Tamuxe se encuentra situado en el municipio de O Rosal y se conoce con este nombre por cruzar el río homónimo en su fase final antes de encontrarse con las aguas del Miño. El actual puente data del siglo XIX.
Emblema de O Rosal
El Puente Tamuxe es uno de los elementos históricos destacados de O Rosal, un puente de piedra de estilo neoclásico y tres arcos que está incluido en el escudo del municipio como un elemento distintivo de la localidad. En el medio del puente hay una pequeña cruz de piedra sobre un altar también de piedra.
Su importancia no es solo desde el punto de vista histórico, sino también estratégico, ya que durante muchos años fue la principal vía de comunicación para que los vecinos de la comarca del Rosal pudiesen desplazarse a otros ayuntamientos cercanos. Su uso llega incluso hasta nuestros días, pues el actual puente sigue estando habilitado actualmente para el tráfico rodado. Coches y peatones conviven en el puente, que no tiene un espacio habilitado para peatones de forma específica más allá de unos pequeños huecos en los extremos a modo de refugio en los que apartarse para dejar pasar al tráfico rodado o que eran usados en el pasado por vigilantes.
La historia del puente
La reina Isabel II fue quien ordenó la reconstrucción del Puente de Tamuxe a mediado del siglo XIX, unos trabajos que se llevaron a cabo entre los años 1844 y 1845. Pocos son los datos que hablen del primitivo puente que fue necesario reconstruir, pero la tradición oral del lugar apunta a que pudiese tratarse de un puente de origen romano.
El motivo de tan real ordenanza relacionada con el puente puede deberse a que esta era zona de paso de lo que se conocía en la época como la valija del Correo Real. La propia vía que unía Tui con la Guarda era conocida como Estrada Real. El Rosal era una zona de tránsito importante tanto para el transporte de mercancías como para el paso de diligencias con viajeros.