El Hospital Psiquiátrico de Toén, hoy en ruinas, es un lugar cargado de historias envueltas en misterio. Ubicado en la parroquia de Moreiras, este hospital se erige como un testimonio de la evolución de la atención médica a lo largo del tiempo.
Desde 1959 hasta 2012
Iniciado en 1929 como una leprosería, el proyecto fue ideado por el arquitecto Manuel Conde Fidalgo. Sin embargo, debido a los avances en la curación de la lepra, el proyecto original nunca se completó. En su lugar, en la década de 1950, se optó por levantar un nuevo hospital psiquiátrico bajo la dirección del mismo arquitecto, marcando la primera intervención en la asistencia psiquiátrica pública en Galicia.
El hospital, inaugurado en 1959, se convirtió en un bastión de la psiquiatría en Europa durante las décadas de los 60 y 70. Dirigido por el psiquiatra Manuel Cabaleiro Goás hasta su fallecimiento en 1977, el hospital alcanzó su apogeo, llegando a tener casi 350 internos y ganando renombre por su enfoque innovador y humanizador.
Sin embargo, con la muerte de Cabaleiro en 1978 y la salida de figuras prestigiosas como el Dr. Arturo Rey, el hospital comenzó su declive. A pesar de los esfuerzos por mantener la calidad asistencial, cambios en la normativa sanitaria y la promulgación de la Ley General de Sanidad en 1986 llevaron al cierre del hospital en 2012.
Desde entonces, las instalaciones han experimentado un rápido deterioro. Los terrenos fueron devueltos a los vecinos, pero el hospital quedó a merced del abandono y el vandalismo. Ventanas rotas, muros derribados y techos caídos son testigos del olvido que ha sufrido este lugar histórico. A pesar de los esfuerzos de la comunidad y la falta de una solución coherente, el hospital psiquiátrico de Toén permanece como un recordatorio decadente de su pasado.