Los amantes del senderismo tienen en la Pobra de Trives una excusa perfecta para disfrutar de un grato paseo, que cobra además un atractivo especial en los meses de otoño. La Ruta dos Sequeiros es un paseo por el verde de esta comarca ourensana, un camino circulara de algo más de 3 kilómetros en el que los castaños y las castañas son los protagonistas.
Senderismo entre castaños
La ruta comienza en la Pena Folenche, una pequeña plazuela ubicada en el centro del pueblo. Al dejar atrás las últimas construcciones se contempla un bello paraje, con las quebradas de los ríos Navea y Bibei en el horizonte. El camino discurrirá a partir de entonces por el bosque, llegando finalmente al paraje de los Sequeiros antes de emprender el regreso.
En total estamos hablando de un paseo de dificultad media-baja en formato circular y de una distancia de 3.140 metros que no lleva más de una hora hacer en su totalidad si se hace a un ritmo normal y deteniéndose incluso para disfrutar del paisaje y los atractivos de la ruta.
Durante nuestro recorrido podremos admirar además del bello paisaje, los centenarios castaños o castiñeiros. También otras muestras de la flora local como las xestas, los helechos o las zarzas, conocidas en Galicia como silvas. También te cruzarás con algún roble aislado. En cuanto a la fauna del lugar, es lugar de vida para insectos y, aves y mamíferos como la ardilla, el jabalí o el zorro.
Si nos dejamos influenciar por antiguas leyendas, no deberíamos dejar pasar la oportunidad de mirar en los troncos huecos de los sorprendentes castaños por si dieran cobijo a mágicos diablillos, los conocidos como trasnos. Este punto místico cobra especial relevancia en uno de los tramos de la ruta, bien señalizado como el de los castaños de cuento, en el que presenciaremos unos castiñeiros especiales por su antigüedad y su estructura nudoso. No son los únicos ejemplares de importancia en el la Ruta dos Sequeiros, pues al comienzo de la misma hay un castaño que brilla especialmente por su gran altura y otros ejemplares nos saludan en la ruta desde los conocidos como Soutos, es decir, zonas acotadas para el cultivo y recogida únicamente de castañas.
Los Sequeiros
Los Sequeiros nos remontan a épocas pasadas, ya que éstos eran lugares donde se secaban las castañas. Se creó un pueblo para estas tareas en los que la gente permanecía largas temporadas durante las labores de recogida y secado de las castañas en los meses de otoño.
La zona de construcciones o Sequeiros es el clímax de la ruta, pues tendrás la sensación de encontrarte en un autentico pueblo antiguo de montaña con sus características casas bajas de piedra. Eso sí, no es muy recomendable entrar muy a fondo en estas construcciones pues su estabilidad no es la mejor y podría ser peligroso.