El puente de Gatín es una de las joyas arquitectónicas de la comarca de Los Ancares, en la provincia de Lugo. Se trata de un antiguo puente de piedra que cruza el río Navia, en el pequeño pueblo de Pontes de Gatín, perteneciente al municipio de Becerreá. El puente tiene una larga historia y una leyenda que le da un toque misterioso.
Restaurado
Con cerca de 73 metros de largo, más de dos y medio de ancho y dos arcos de diferente tamaño; el mayor de 15,90 metros de luz, y el menor, de medio punto, de 4,35 metros. Posiblemente el puente formaba parte de la Vía XIX romana y en uno de sus muros se conserva un miliario, una piedra con inscripciones que marcaba las distancias en las calzadas romanas.
Este puente ha sido objeto de restauraciones a lo largo de los siglos, la más reciente en el siglo XX. Su estructura peatonal permite a los visitantes disfrutar del entorno y el sonido relajante del río Navia. El puente es peatonal y se puede cruzar a pie, disfrutando del paisaje y del sonido del río.
La leyenda
Apodado como "Ponte do Demo" o Puente del Demonio, se vincula con una historia legendaria. Según cuenta el relato, el diablo lo construyó a cambio del alma del primer ser nacido en una casa cercana. Sin embargo, un hombre astuto engañó al diablo con un gato recién nacido, salvando a su hijo humano y condenando al felino, cuyos maullidos se dicen que se escuchan por la noche, añadiendo un toque de misterio al lugar.